domingo, septiembre 11, 2005

Soy yo...

Hola, soy Antonio Asencio, y éste es mi alter ego, AntonioAsencio.blog. Algunos ven en mí un liberal socialdemócrata, otros un teórico de la teoría y un pragmático muy práctico, los más críticos un relativista deshumanizado; muchos me consideran la alegría de la huerta y el rey de todas las fiestas, una cabeza en la que relumbra el sol pese a las brumas existenciales, un cuerpo deseable y un deseo corpóreo. Pero lo que nadie conoce es mi verdadera identidad, palabra que a la vez me aterra y fascina, y a la que consagro horas y saliva, sudores y sueños. Tras muchos años buscándome a mí mismo en los lugares y en los días, he descubierto lo que siempre fui pero nunca supe ver: un puercoespín, un incansable, sensible y tierno puercoespín.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola, señor Asencio, soy un fans asiduo de su blog (lo visito unas 9 veces al día, el segundo en mi lista tras el de Maria José Canstudo). Sigo todas sus derivas de pensamiento, sus inefables artículos, siempre carasterizados por su verbo ágil y grácil, el cual no es ósbice en absoluto para que quede siempre plasmada, en una simbiosis cuasi prodigiosa entre luminosidad y contundencia, su incontestable densidad intelestual. Cuenta usted conjuntamente con una inagotable profusión temática, en la que se auto-abarcan mutipliscidad de temas: tan pronto opina usted sobre la eñe de Sardegna, que sobre el laicismo marcusionista, que sobre el concierto de Depeche en el Parlamento Europeo, que el triste aconstecimiento de cuando Maragall apareció asesinado por chatear con otros musulmanes...

Pero dígame, señor Asencio, este último post es un poco raro, noto como disensiones a la par que disintonías, en todo lo atañente tanto al fondo como la forma. Cuéntenos, señor Asencio... ¿cómo es su vida privada? Y no nos salga con que el Manual del Buen Liberal prescribe que la privacidad es el máximo derecho a proteger... Usted y sus bellísimos alegatos no sólo nos han estimulado intelestualmente, sino también espiritual e incluso orgánicamente... Y no puede provocar y luego esconder la mano, no puede decepcionar a su club de fans... Díganos, señor Asencio... ¿por qué nunca habla de emociones si tan brillantemente exhibe su cerebro en la red? ¿Cómo es su corassón-corassón? ¿Hay tal vez alguien especial que haya sido bendecido con la fogosidad de sus ojos, la sagacidad de su mente, la conturbación y el estremecimiensto interior que producen sus poderosas ideas? ¿Quién es... quien osa llamarle Puercoespín?

11:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me rio de Janeiro

12:59 a. m.  

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