jueves, septiembre 01, 2005

Adiós a Iñaki

Se va "al patio de al lado", como él ha dicho. Es decir, que no se mueve del aparato, de PRISA, porque deja la SER para presentar y dirigir el Telediario de Cuatro, el nuevo canal en abierto de Polanco. Sin embargo, no lo volveremos a oír. Siento decir que estaba enganchado a 'Hoy por hoy', y sé que puede ser un vicio inconfesable. Un vicio de la clase media española. Reconoceré que me encantaba escuchar sus buenos días, que me dijese la temperatura que iba hacer, me leyese un estracto de los artículos más interesantes de la prensa, e inaugurase una tertulia a veces cansina y previsible, pero que por las mañanas entraba como un café con leche: suavemente excitante. El programa era (y seguirá siendo, la radio no se acaba) un buen surtido de ideología progresistamente centrada, música elegante, entrevistas bien elegidas, y secciones más o menos interesantes, sin olvidar los ácidos comentarios de Segurola (deportes) y Boyero (cine). Del Val me hablaba de una España interior, tierna y costumbrista que no he conocido, y reconozco su valor. El caso es que dicho así no parece mucho. Pero cuando uno se mira dentro, te ves adicto, emponzoñado, y por tanto, desamparado de no volver a oír esa voz matutina, ese café con leche. Digamos que, gracias a él, tengo el gusano emocional de la radio.