viernes, julio 22, 2005

Choque de fundamentalismos


Oriana Fallaci se siente protegida cuando lee a Ratzinger. Dice ser atea, pero ve en Ratzinger al "perro guardián" de un Occidente sin valores (ver artículo). Un Occidente que, según ella, muestra asco por sí mismo. Y ella cree en la absoluta supremacía de éste frente al Islam. Lo que Fallaci no entiende es que nuestra superioridad proviene de la capacidad de vernos, de tomar conciencia de nosotros mismos y de las cosas que hacemos: de problematizarnos.

Lo contrario, es ser fundamentalista. Es abandonar al hombre cartesiano. Es Ratzinger, Ibarretxe, Bush, Aznar o un ayatolah. Fundamentalismos.