sábado, julio 16, 2005

Los terroristas...¿no se saldrán con la suya?

Estamos hartos de escuchar, en los últimos días, a personajes como Aznar decir que al terrorismo hay que combatirlo de frente, y no dejarles ni un gramo de esperanza de conseguir lo que se proponen. Que ese gramo será el que los mantenga vivos. Todo perfecto, hasta que se inmolan, saltan en pedazos, y ahí todo ese razonamiento no sirve de nada. Y no sirve de nada porque sí, hay diferentes tipos de terrorismo, aunque algunos se empeñen en pensar que todos son iguales: no es lo mismo el terrorismo de un coche bomba y el de un suicida. El del coche bomba es un terrorismo instrumental, un medio para conseguir objetivos. El del suicida, es un terrorismo final, un acto de terror en sí mismo: es su objetivo, sin importarle las consecuencias.

No se puede luchar contra los suicidas. No podemos juzgarlos y encarcelarlos porque murieron, porque cuando se detonaron a sí mismos, hicieron saltar por los aires varios siglos de racionalismo jurídico y policial, en el cual nos basamos. Nuestro pensamiento cartesiano, moderno, nos hace pensar que todo el mundo actúa para conseguir algo. Ese algo lo situamos dentro de la esfera de la vida: es la razón instrumental de medios y fines. Cuando un terrorista se inmola, la muerte es su fin: no aspira a conseguir nada con ella, más que su propio martirio y su entrada en el paraíso. Los terroristas suicidas no llegaron a Descartes ni a la modernidad.

Entonces, ¿qué debemos hacer? Tal vez debamos traerlos a la modernidad, sacarlos del pozo místico-religioso en el que viven. Es difícil que, con guerras como la de Irak, consigamos sacar a unos jóvenes nacidos en Europa de su credo final, de su estrategia tanática. En un mundo occidental que los desprecia, que los humilla, la propia muerte es la mayor afirmación del yo que existe. No aplestemos su mundo, no culminemos una victoria simbólica y real. Negociemos, convenzamos, seduzcámoslos. Le quitaremos razones al fanatismo coránico, tanático y suicida surgido de la humillación entre civilizaciones.