Regresamos del viaje en Toscana
Vuelvo al mundo, al duro mundo real, tras el viaje por Roma (el Lazio), la Umbria, y Toscana: Siena, con su mundo medieval de barrios enfrentados, bajo sus banderas, sus animales mitologicos, la simbologia irreal que identifica a unos habitantes frente a otros; Florencia, su exceso de lineas, de perfeccion, su David irredento, su belleza escondida en el Arno; su Lucca y Pisa, dos islas de piedra y verticalidad esculpida. La musica hallo su lenguaje en Arezzo, donde Guido se invento el pentagramma. Escribo estas lineas desde Civitavecchia, lugar de idas y venidas, no-lugar.
Pronto habra comentarios regularmente, prometo no contar ni cansar con mi viaje por Italia. Hasta el lunes, pues.
posted by antonioasencio at 5:12 p. m.
3 Comments:
Notas para una dramaturgia de las ausencias
4.El hombre ante el vacío, ante la frontera donde puede obtener lo que desea. El deseo como energía y como motor.
Estamos en otro tiempo, en un tiempo ahistórico, que no recoge acontecimientos, que no es notario de la Verdad, dado que esta se oculta tras el dato, tras lo verídico, los pasajes que describen nuestras emociones, esas fotografías de luz, donde podemos percibirnos más reales, menos fugaces, más eternos, menos líquidos, más irrepetibles.
En una cultura de la copia, de la reproducción, de la gemelidad, de la alteridad, ser nosotros es una delicia para ser consumida en la privacidad.
Ocultarnos, no dejarnos ver, mantenernos en secreto, secuestrarnos a nosotros mismos es una tarea que resulta cada día más difícil. Estamos bombardeados por estímulos, por emociones inmediatas que requieren respuesta. Somos seres que hemos reducido nuestra comunicación a pautas verbales en forma de SMS, donde todo lo dramático que había en nuestra vida se ha convertido en trágico y el miedo, lo que nos defendía de lo plausible se ha disfrazado de terrible, de grito en forma de pánico que nos hace enloquecer. (Continuará)
(Recítese encima de una mesa camilla) ... Que delito cometí contra vosotros naciendo...
Bono aterrizando en el campo del Bernabeu para correr sin tardanza a sentarse en su mesa de ministro de la Guerra. A miles de kilómetros, unos soldados, unos chicos honestos, ¿unos mercenarios? saltaban por los aires mientras volaban en un helicóptero vigilando el aire de un pais que no conocian. Les habían envidado/invitado a perderse en su geografia un gobierno que prometia viviendas baratas y ha resultado ser un gobierno de guerras y de Españas unidas en un solo destino. Ha resultado un gobierno mentiroso, desasistido y falto de ideas. Pero no le ha faltado ideas para convertir 17 accidentes de trabajo en tantos heroes recibidos con todos los honores en un caluroso dia de verano. Es la sangre con la se regara esta Espana a prueba de cambios. Bono es el galan de este vaudeville que ha resultado soso, insustancial y aburrido.
Pero nos negamos a creer que los coletados del Affaire Trillo nos obligue a comulgar con ruedas de molino. Un obrero caido de un andamio no es un heroe de guerra. Y los soldados que cobran tres veces su sueldo muertos en Afganistan tampoco son héroes. Aqui nadie es un héroe. Los unicos valientes son los ciudadanos que resisten las mentiras, los chanchullos y los engaños de este gobierno que no merece la confianza que se deposito en ellos.
Esperamos con ansia que desaparezcan de una vez de nuestra mirada politica. Y que los que no estamos en su juego nacional podamos respirar tranquilos. Y que los muertos entierren a sus muertos.
Y ahora, todos a llorar. Motivos nos sobran. ( Pronto aquí)
Sólo quien no tiene un ejército que defienda con honor los valores de la democracia y de Occidente puede considerar a los caídos como accidentes laborales. Ese comentario es propio de burócratas y administradores de la propiedad, de alcaldes de municipios medios, de funcionario de países sin voz que nunca supieron soñar hazañas más allá de su propia administración. No sé quién eres, pero te hace falta un ejército, un país, una soberanía. No sé quién eres, pero te hace falta grandeza histórica. Date un paseo por los Foros Romanos y dime si no existieron los héroees.
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