jueves, noviembre 24, 2005

¿Se atreverá la Junta a parar un delito ecológico?


El medio ambiente, pienso, es algo más que un pedazo de tierra para libre uso de constructoras sin principios. Es también, algo más que una excusa para enriquecer un pueblo. El medio ambiente es, en sí mismo, riqueza inalienable. O debería serlo. Vamos a ver si la Junta se atreve a parar un delito ecológico de la mayor magnitud en una Comunidad, la mía, Andalucía, machacada literalmente por la corrupción ecológica de costas. Que lo haga o no lo haga es algo más que político: será social. Será simbólico. Marcará una gramática, un lenguaje, una forma de entender la naturaleza en el Sur de España. Se trata de que Cabo de Gata, lo último que nos quedaba, tenga o no esa mancha hortera que se clava directamente en el corazón de la arena y el agua. Una vez perdida la virginidad, lo que se adviene es el modelo Torremolinos. Y será mucho más que un modelo: será norma, ley, pecado mil veces original.