jueves, diciembre 15, 2005

Cuento de Navidad... queer

Mi amigo Nacho Asenjo me miraba inquieto cuando le hablaba del pensamiento queer (que no es sino la anti-filosofía que reivindica lo otro, lo excluido, lo que el pensamiento occidental logocéntrico y platónico, se deja por el camino, que no sino la vida, en el sentido nietzschiano claro, y todo eso aplicado sobre todo a la gestión de la sexualidad, el género y la identidad. No es un movimiento propiamente gay). Ordenar, poner en orden, situar, centrar... no es sino el camelo que nos han contado para machacarnos. Bueno, así lo ven los queer. Para celebrar la navidad de una forma un tanto queer, pongo el inicio de un bello cuento de Navidad que hay en www.hartza.com, una interesantísima página sobre el tema.

José era carpintero, judío y gay. Haciendo uso de sus conocimientos, se había fabricado un gran armario en Belén, en el que vivía con su amiga María, al abrigo de la persecución homófoba que había desatado el imperio romano contra los homosexuales y los judíos de Jerusalén. María no había conocido varón, era lesbiana, y había decidido tener un hijo por inseminación artificial con el esperma de su mejor amigo, José. Ahora se encontraba a punto de dar a luz en el armario de Belén. La noticia corrió por el ambiente y llegó hasta los rincones más alejados de Oriente.

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5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Otro cuento de Navidad: Oliver Twist o las diversas caras del mal.

Para quien no haya visto la película ni leído la novela le recomiendo que lo haga, ambas son un clásico universal: hablan de los diversos rostros del mal en una época en la que se reclama, por unos días, la bondad.
La azarosa infancia de Oliver le hace conocer diversos personajes que tienen un rasgo común: la maldad vestida con distintos trajes.
El primero se reconoce bien hoy, los responsables que gobiernan el Horfanato no pueden dar de comer sino un cuenco de sopa a sus hambrientos huérfanos porque todo el erario institucional se emplea en financiar opíparas cenas a las que sólo asisten estos gobernantes. La codicia y la corrupción se retratan magistralmente ante la primera protesta que surje de entre los estafados hambrientos, su lider es condenado al destierro acusado de los más ignominiosos crímenes.
Más tarde, recibe asilo de un buen hombre y comienza a prosperar al tiempo que su trabajo es rentable a su patrón, pero la envidia que su suerte provocará entre sus compañeros causará una nueva expulsión, previa paliza propiciada por el buen patrón que evita así un conflicto laboral.
Llega a la gran ciudad donde todo niño tiene la oportunidad de labrarse un porvenir en la industria del crimen. Aparece aqui un pequeño personaje, llamado Truhán, elegantemente vestido , cuya simpatía anticipa la famosa sentencia de Miravet:cuando mejor conozco la biografía de los grandes hombres, más querida se me hace la figura del ganster.
En la gran ciudad se suceden los diversos personajes que pueblan esta hogera de navidades: el hampón violento y cruel; el juez despótico, furibundo e injusto; la turba sorda ciega y necia capaz de linchar a un niño acusado de robar un pañuelo y una galeria sin fin en la que sólo puede salvarse el lider de la banda de los pequeños ladrones: les alimenta en abundancia, les enseña un oficio si no honrado al menos carente de hipocresía, defiende su interés sin pretender que es otra causa altruista la que motiva sus actos y es, asimismo,la necesidad de sobrevivir el origen de su maldad. Paradójicamente, el único que merece ser perdonado recibe la más severa condena en una sociedad que dice creer en el perdón como medio de redención.
Es esta misma sociedad la que se retrata cuando declara defender a los débiles mientras lo que hace en realidad es ignorarlos cuando no puede ya explotarlos.

3:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Cómo que te miraba inquieto? Hijo mío, qué reputación me vas a hacer. Entre eso y los del estaod represor, el fascista voy a ser yo...

3:57 p. m.  
Blogger Raquel Márquez said...

Lo que no me encaja mucho es ese pobre Papá Noel, pobre hombre... Acabo de ver lo de la polémica Chomsky-Foucault y si no fuera porque tengo aquí ignorado al pobre Abel lo leería con ansia. En la siguiente sesión virtual lo estudio y te comento en veinte líneas a doble espacio...

7:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esta movilización general de ideas, conceptos y falsos presupuestos que provocan los webblogs es la gran retórica de la que hablaba Michelstaedter, el engranaje de incesantes actividades representativas puesto en marcha para ocultar la nada de la existencia, para cubrir con su fragor el silencio de esa nada, para trastornar la conciencia e impedirle que se de cuenta de la trágica, indefensa y a veces mugrienta miseria elemental de la vida. La movilización general no admite vacíos entre sus filas, llama a levantarse al toque de diana y a marchar complacidos y compactos, a creer, obedecer y combatir.

9:45 p. m.  
Blogger antonioasencio said...

Estoy de acuerdo contigo, MDD... pero me reconocerás que es más divertido que ver Cuatro o escuchar la SER.

11:00 p. m.  

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