sábado, marzo 17, 2007

Hubo un tiempo...

HUBO UN TIEMPO...

Hubo un tiempo en el que el amor era un
intruso temido y anhelado.
Un roce furtivo, premeditado, reelaborado durante
insoportables desvelos.
Una confesión perturbada y audaz, corregida mil
veces, que jamás llegaría a su destino.
Una incesante y tiránica inquietud.
Un galopar repentino del corazón ingobernable.
Un continuo batallar contra la despiadada infalibilidad
de los espejos.
Una íntima dificultad para distinguir la congoja del
júbilo.
Era un tiempo adolescente e impreciso, el tiempo del
amor sin nombre, hasta casi sin rostro, que merodeaba,
como un beso prometido, por el punto más umbrío de la
escalera.

Ana Rossetti

El poema y la foto son otro poema, otro momento. El poema es de Ana Rossetti, la foto ("Carlos y Willy en la puerta de la Bobbia"), de Alberto García-Alix. Ambos captan dos instantes evanescentes, furtivos, fugitivos, como robados al tiempo y a la ciudad. La mirada de Carlos, o de Willy, me ha cautivado desde que la vi. Parece romper con una delicadeza difícil de expresar la distancia que existe entre el espectador y la fotografía.

Es la atmósfera confusa del entorno, borrosa, la que acentúa la nitidez, la timidez, de esos ojos que parecen acorralados en su rincón del tiempo. La movida madrileña, su verdadero sentido, si es que lo tuvo, queda resumida en ese anhelo transparente, como mineralizado, que rezuman todos sus símbolos. Es como si cada cosa que se hizo, cada noche vivida, cada canción cantada, hubiesen sido un enseguida un himno, la elegía que de un instante de felicidad que siempre se estaba perdiendo. Si duda, hubo un tiempo eternamente adolescente.

Etiquetas: , , , ,

1 Comments:

Blogger Franziska said...

Soy una intrusa: alguien que llega a curiosear, a ver qué cuentan los jóvenes y las primeras líneas que comienzo a leer me devuelven al pasado, a los tiempos en que el amor era un misterio -para mí lo sigue siendo- pero que después cuando te encontrabas con él, lo habías soñado tanto, idealizado de tal manera, que te pasabas la vida -es decir la juventud- buscando algo que no existía porque era, sencillamente, una creación de tu mente.

5:33 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home