Reflexiones sobre los "boicots"
Llega a mi mail el siguiente mensaje: "Como viene siendo norma y costumbre en Álava, el PNV se apoyará en un grupo de empresarios capitaneado por Juan Celaya. Juan Celaya es el propietario del grupo CEGASA, que todos ustedes conocerán por las "pilas" y linternas que seguramente habrán comprado en numerosas ocasiones.
Contrasta que CEGASA venda sus productos, las famosas pilas, en toda España y utilice ese mismo dinero para financiar al separatismo vasco.Si usted está pensando seriamente en un posible "boicot" a PILAS CEGASA, debe tener en cuenta que CEGASA ostenta la distribución exclusiva en España de los productos SOLAC, que usted conocerá por sus pequeños electrodomésticos como planchas, cafeteras, etc.
Puede verlos en www.solac.com SOLAC también se encuentra en Vitoria, así que todo queda en casa. CEGASA era la propietaria de la empresa de internet AreaPC.com, propiedad que pasó a sus ejecutivos por la nada desdeñable cifra de 2,2 millones de euros.CEGASA factura 200 millones de euros al año. Parte de ese dinero financia los medios de comunicación que apoyan al separatismo vasco."
Sobre las acusaciones que recaen sobre la práctica del boicot... y que recayeron, con virulencia, cuando espontáneamente un grupo de personas decidieron no tomar Cava catalán y beber otros vinos nacionales, hago la siguiente reflexión. Que yo sepa, el consumo es libre. En eso se basa el libre mercado. El Estado no puede intervenir en tal proceso. Si un grupo de personas, por las razones que sea, decide no consumir un producto, eso no es boicot: es libre mercado (de lo contrario todos somos responsables de infinitos boicots diarios...) Lo que sí sería un boicot es que el Estado o una Comunidad Autónoma prohibiesen tales productos, infringiendo la Ley, pero eso, desde luego por parte del Estado español, no ocurre (aquí se podría hablar de una especie de "boicot inverso" o de "discriminación positiva", es decir, las acciones que lleva el Gobierno vasco para privilegiar en el País Vasco el consumo de productos vascos sobre los del resto de España... es el famoso "label vasco"... lo que hay que ver...) .
Y lo que sí es un boicot es no atender a las obligaciones legales correspondientes. Por ejemplo, no pagando impuestos. Los nacionalistas vascos no quieren pagar impuestos al Estado, y ejercen un boicot de facto a la Constitución al no cumplirla, proyectando Estatutos inconstitucionales y promoviendo referéndums ilegales. Eso SÍ es un boicot al resto de los españoles. Es lógico que si un grupo de empresas que se lucran con nuestro dinero apoyan tales prácticas, los consumidores decidan libremente comprar a otras empresas que sí lo hacen.
Yo apoyo el consumo a empresas (vascas, o del resto del Estado) que apoyan el bien común, la Constitución y que no ejercen presión para saltarse el Estado de Derecho, en detrimento de aquéllas que no lo hacen. Sólo alguien que no respeta la libertad de mercado puede llamar "boicot" al hecho de que los consumidores no compren a empresas próximas al PNV. Desde luego, en contraste con el tiro en la nuca, es una forma mucho más civilizada de ejercer presión política... digo yo, ¿no?
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