Physical: ¿nos cuidamos poco, lo normal, mucho?
Este post desenfadado tiene su origen, por un lado, en la tertulia que estoy oyendo en Hoy por hoy, de la Cadena SER, sobre el tema de alargar la vida y conseguir vivir más de cien años, y por otro, en el recuerdo que este asunto me ha evocado de una forma saltarina y automática: el vídeo-clip de Physical, un temazo de Olivia Newton John que marcó los primeros ochenta. En el vídeo, la Olivia salía con chicos musculosos, por un lado, y regordetes, por otro, en lo que constituía una evidente ironía sobre la exaltación de cierto tipo de belleza masculina. Últimamente no paramos de oír advertencias sobre el fumar o no fumar, sobre la obesidad infantil... La biopolítica de las narices. El Estado nos obliga a vivir más y mejor, ser ciudadanos atléticos y sanos, perfectos productores-pagadores de impuestos y, por supuesto, ocasionar pocos gastos a los costosísimos sistemas sanitarios públicos. Exaltación de la salud. Y, por parte del mercado, exaltación de la belleza. Claro que salud y belleza no son sino magnitudes relativas, y no inocuas. Por ejemplo, un chico atlético, con todas las abdominales marcadas y sin vello, puede ser un "tipo" de belleza basado en la ausencia de grasa y vello corporal, una estilización praxitélica de la masculinidad entendida ésta como juventud apolínea. Pero este tipo de belleza no servirá para quien le gusten los chicos aniñados, o enfermizos, o los señores entrados en años obesos y velludos, que también los hay (ahí están los orgullosos gays "bear", que reaccionan contra esta estilización y reivindican el hombre osuno: orondo y lleno de pelos). Con las mujeres pasa otro tanto: de la rubia despampanante y tetona a la andrógina difusa media un arcoiris de jugosa diversidad. Lo que quiero decir es que el canon de belleza que domina actualmente hace equivaler belleza con salud, entendida ésta como una especie de término medio entre razón, juventud, equilibrio (simetría) como rasgos comunes y, para los hombres, fuerza moderada y, para las mujeres, estilización carnal. A los adictos a otros "tipos", otras "formas", (ya sean buscadas en los otros, o buscadas en el propio cuerpo) incluso a los que carecen de ningún a priori físico y se dejan llevar por la seducción mística del todo inform (cuerpo, alma) se les considera como seres extraños. Fuera del sistema. El sistema, por tanto, quiere codificar nuestro físico.
Pero hay otras bellezas: las barbas para los hombres, la vigorexia del titán o la extrema delgadez del impúber... Cuánto daño ha hecho el maravilloso y omnipotente David de Miguel Ángel.
Las mujeres ya no deben ser inmensas matronas, señoras generosas en carnes, porque el ideal que palpita detrás es el de una mujer triunfadora y trabajadora cuyas caderas, a lo sumo, sólo han sido levemente deformadas por una solitaria maternidad. Si la hay.
Lo que quiero decir es que desconfiemos de los cánones, desconfiemos de las invitaciones a estar sanos todo el tiempo (¿Hay algo más totalitario que la exclusión y la marginación de los "enfermos"). El poder no sólo crea saber, sino que crea modelos, crea cuerpos, cánones y bellezas. Y los crea a su imagen y semejanza, a la medida de sus intereses. Nos produce, en serie, a su antojo. En nosotros está resistir.
8 Comments:
Hola Antonio,
Tengo algunos amigos biólogos que defienden que es normal que nos sintamos atraídos por mújeres que representen físicamente la fertilidad, con tetas grandes y caderas generosas, por aquello de la supervivencia de la especie. Creo que el Punxet también representa eso. Por lo tanto, lo importante en la formación del canon no sería tanto la salud en sí como la fertilidad. Argumentario pseudo-científico al servicio del poder, comercial y económico sobre todo, aunque también político. Es muy práctico para el mercado saber qué tipo de mujer nos gusta y ponerla ahí, a gusto de todos ("Gusto universal", decían en una de las últimas pelis de Allen). Biopoder. ¿Tú qué crees?
Yo creo que es posible que el asunto de la belleza sea una combinación de ambos parámetros: biológico y cultural. Pero creo que predomina el factor cultura, es decir, que la belleza se crea, se produce, incluso que hay ciertas visiones o ideologías latentes detrás. La fertilidad como belleza es importante en un tipo de sociedad. Puede que no en otras. Fíjate que el concepto de mujer ha cambiado. Y el de hombre. Y los cánones estéticos creo que son la acomodación física de esas visiones.
Lo que yo quiero apuntar (e ir tirando, desarrollarlo) y que es un tema muy foucaultiano e la relación entre ciencia y poder. Cómo el poder (insisto, sobre todo el poder comercial, el del mercado, aunque también el político), se refugia en la ciencia para imponer cánones de belleza que determinan el comportamiento de las personas, sus aspiraciones, su idea de la felicidad, sus compras... La ciencia sirve de aval. "Come sano" dicen el chico musculoso y la chica despampanante y fina a la vez. Mientras, la pareja de gordos se hunde en la miseria de su sofa ya hundido, pero "comen sano", es decir el yogur que se anuncia.
Nacho Asenjo: Lee algo en tu vida que no sea el Interviú, por favor...Todos lo agradeceremos. Y dejad en paz a Foucault...que no teneis ni zorra...ah, y cuando no sepais que hacer, haceros pajas...saldremos todos ganando, zopencos!
No, si creerá que es gracioso el tío...
Es que todo organismo tiene sus virus.
Nacho no le hagas caso. MDD se mete aquí a veces a ponernos y ponerme de vuelta y media. Y sobre todo, ponerme de vuelta y media a mí. Es spam: un virus en el antisistema. El bufón de la corte.
No, si caso no le hago. Lo que he notado es que nunca dice nada él mismo, quiero decir que sólo critica lo que dicen los demás. Es más, es posible que efectivamente sea un virus inventado por algún informático listo: un virus que lee un texto y genera una crítica sarcástica, con un sentido del humor que aspira a ser inglés, pero no deja de ser el propio de una máquina. Pero, claro, pensar, decir, proponer, eso las máquinas no lo hacen muy bien.
Asenjo y el otro (siempre seras el otro): Los dos estais vivos porque os leemos. Sois como mucho mis contemporaneos. El dia que dejemos de leeros desapareceis. Y encima sois lo peor que podeis ser. Dos mediocres que juegan a saberse listos, leyendose mutuamente en un espacio que ni existe. Dos payasos de feria sin atracción mecánica.
Sois dos sombras sin cuerpo.
Puros rastros de alcantarilla.
Y por favor, visitad alguna biblioteca aunque sea para escribir detras de la puerta de un lavabo: NO HAY FUTURO
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