lunes, diciembre 31, 2007

Multitudes

La globalización es hoy el fenómeno social que explica el siglo XXI, como la industrialización fue el acontecimiento propio del XIX. Hay una toma de posiciones que no puede ser ajena a la izquierda.

El intento de la derecha de desideologizar en falso la sociedad –imponiendo su pensamiento tras el velo transparente de lo razonable, neutralizando la división entre derechas e izquierdas- es equivalente a su tradicional defensa del concepto unitario de “pueblo”, “nación”, etc.

La globalización económica –neutral, post-ideológica, vertical- es el nuevo nacionalismo de la derecha. Frente a eso, la obligación de la izquierda es reproducir las quiebras internas que silencia la derecha, visibilizar la diversidad social, extender la defensa de la igualdad estructural más allá de las propias fronteras, dar cabida bajo su paraguas a nuevas identidades sociales excluidas de la toma de decisión en la sociedad global, que por otra parte somos la mayoría, y enfrentarse a las redes de poder económicas y políticas con redes cooperativas ciudadanas. Subyace, en efecto, una nueva concepción de la propia democracia.

Existen varias propuestas interesantes, pero una de las más lúcidas es la que plantea Toni Negri con el concepto de “multitud”. La “multitud” puede convertirse en el nuevo sujeto político de la izquierda en la sociedad global. Por encima de la clase, de la nación o de la masa, la “multitud debe ser concebida como una red: una red abierta y expansiva en la cual todas las diferencias pueden ser expresadas libremente e igualitariamente, una red que provea los medios de encuentro a fin de que podamos trabajar y vivir en común”, nos señala Negri.

La “nación” es la vértebra ideológica de la derecha (se equivocan las propuestas nacionalistas que se llaman “de izquierdas”… o tratan de equivocar a alguna gente). La “masa” es para los liberales, que transmutan la noción de ciudadano en la de consumidor. La “clase” ha dejado hace tiempo de sernos útil, por la división entre trabajo y capital que ya anunciasen politólogos como Richard Sennett.

La noción de “multitud” emerge como propia de una nueva izquierda global, plural, estructuralmente igualitarista y cooperativa. Y surge este concepto, en parte, porque es capaz de resolver el antagonismo propio de la derecha, que opone individuo a sociedad y Estado, haciéndolo compatible a través de la noción de “ciudadanía”.

Han pasado años desde que Umberto Eco lanzara el primer dardo contra la concepción unitaria de la “masa”, a la que el semiólogo italiano entendía como más capaz, plural y autónoma de lo que se pensaba por aquella época. Hoy día, aparte de Negri, la “multitud” ha sido estudiada por Howard Rheingold en su libro Multitudes inteligentes. La próxima revolución social; por Pierre Lèvy, en Cibercultura. La cultura de la sociedad digital, en el que habla de la nueva universalidad sin totalidad que caracteriza a Internet; por Manuel Castells, en sus impresionantes tomos sobre la Sociedad Red y por Arjun Appadurai en El rechazo de las minorías.

Algo parecido, y en consonancia, con las propuestas republicanistas de Philip Pettit, a la sazón ideólogo de cabecera de Zapatero. Vamos bien, pero hay que llegar más allá, sin dejarnos a nadie fuera de esta nueva “multitud”.

En definitiva, existe una coherencia en la dirección en la que piensan los más prestigiosos y lúcidos pensadores de izquierdas. Agrupemos estas teorías, y demos voz a un nuevo modelo de sociedad plural y global.

Artículo original en El Plural

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