martes, octubre 16, 2007

Generación Nocilla

Se habla últimamente (visto y oído en Público, El Cultural y parte de la blogosfera) de la existencia de una Generación Nocilla. Aunque en un primer momento la fórmula ha sido aplicada al mundo literario, renovado por la innovadora y sorprendente novela Nocilla Dream, de Agustín Fernández Mallo, es posible que el concepto pueda englobar a toda la hornada social de los nacidos en la década de los 70.

Según esta hipótesis, la Generación Nocilla posee la doble característica de ser la primera en haber metabolizado Internet en su ADN cultural, y de haber crecido en el ambiente de bienestar español de los setenta y ochenta. La Generación Nocilla –o también denominada Afterpop- fue la primera en recibir el impacto de la llegada del desarrollo económico a España. La Nocilla y el Tulipán, La Bola de Cristal, Encuentros en la Tercera Fase o la Guerra de las Galaxias forman parte de su genética cultural y nutritiva.

No tienen dogmas políticos, pero sí una fe racional y emocional en las nuevas tecnologías y la informática. Aunque inevitablemente española, ésta es la primera generación global de nuestro país. Crecieron en un mundo lleno de catástrofes globales y en su subconsciente anida la convicción de que las soluciones también habrán de ser globales.

Se manifiesta en la blogosfera, crecen en comunidades virtuales, comparten música, películas, ideas, fragmentos. Plurales, diversos, tienden a ser de izquierdas, con una fuerte inclinación por la abstención: no ven que la política refleje la nueva realidad que ellos sí ven y viven. Siempre piensan que las cosas se podrían hacer de otra forma. Esta generación se moviliza cuando percibe graves injusticias como la Guerra de Irak o las mentiras del 11-M. Desconfían de los partidos políticos. No creen en el PP, pero vivieron la época del último Gobierno de González y miran con recelo al PSOE.

Son urbanos, ecologistas y europeístas. Y todo ello sin furor: más bien con una mirada I+D+I. Su ética no es de mínimos, pero tampoco es maximalista ni dogmática: más bien reflexiva, algo apática a veces, pero no desertora. En 2004 votaron mayoritariamente a Zapatero, que es el político que más se parece a ellos, pero (¡atentos!) podrían quedarse en casa el día de las próximas elecciones si algo no les cuadra.

En realidad, cualquier “generación” es siempre una fórmula periodística capaz de sintetizar lo que identifica a cientos de miles de personas de una misma edad. Difuminada la sociedad de clases, ahora buscamos explicarla escalonando a sus miembros en sucesivas “generaciones”.

Pasó el 68, la Movida, la generación X, la JASP. Ninguna cambió el mundo totalmente a su favor, pero todas dejaron su huella, trazaron el perímetro difuso de una estética y de una emocionalidad compartida. Ahora tanteamos un nuevo concepto, la Generación Nocilla. ¿Existirá?

Artículo original en El Plural

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