jueves, marzo 31, 2005

El temita vasco...

Antonio Asencio. Publicado en Diario Directo el 30/03/2005

Todo proyecto tiene su china en el zapato. El País Vasco lleva siendo la china en la suela de una España que no consigue caminar sin complejos. A veces, a este lado del mundo, el lado que se romanizó sin recelos, que se arabizó sin rubor, que vio cómo la sombra quijotesca de una Edad Media olvidada pasaba de largo y cruzaba el atlántico para descubrir nuevos mundos, a este lado, decía, pecamos de ingenuos con los vascos. Aceptemos de una vez que la mayoría no nos quiere. Que no. Que no les entra en la cabeza, y punto. El nacionalismo es así: o lo combates de frente, o si le das la mano, te cogen el brazo. Y si no te lo cogen, te lo hacen saltar en pedazos.

Las encuestas auguran mayoría absoluta del partido de Sabino Arana, aquel que decía que a los españoles había que sacarlos a pedradas de “Euzkadi”, junto con sus socios de Eusko Alkartasuna (en español: Solidaridad Vasca… ¿Tiene gentilicios la solidaridad? Siempre pensé que la solidaridad con gentilicios era simple y puro egoísmo). Así están las cosas. El señor de los caseríos, el neocarlista Ibarretxe (él mismo apela al conflicto carlista cuando habla de “problema secular”), los religiosos que acogen a miembros de ETA en sus Iglesias o consuelan a sus madres en las pequeñas villas guipuzcoanas, al tiempo que miran al suelo cuando se cruzan con una víctima, seguirán controlando el poder en Vascongadas. Lo tienen fácil: les basta con azuzar el fantasma del victimismo, de la intransigencia franquista de la que, dicho sea de paso, no quedan ni tristes estatuas.

Dejémonos de hipocresías y seamos valientes. La cárcel está para quienes incumplen la ley. Si Ibarretxe, si Atutxa, la incumplen, deben ir a la cárcel, como Vera o Galindo, que por luchar contra ETA con recursos extralegales están entre rejas. Como yo, si no hago caso de una Constitución extremadamente tolerante, diseñada para que cupiésemos todos; para que incluso se pudiese construir una educación sin idioma español y que en su versión más extrema, más de ikastola del Goierri, odia a España (pagamos, ahora, las consecuencias). Pero si el Estado no tiene recursos para frenar al nacionalismo y a ETA, mejor será que nos extirpemos el tumor. Dejémosles solos, si es lo que quieren, fuera de España y de una Unión Europea construida contra los nacionalismos reaccionarios y los odios fronterizos. Dejémoslos en su Euskal Herria etnicista y artificial, donde sólo cabe el vascuence y donde se olvidaron de que los pueblos se disolvieron, un día de lucidez, en la alegría de los Estados de Derecho, en la concordia de las democracias y las ciudadanías sin raza. Tomemos una decisión, pero acabemos con este problema. Cada vez da más pena ver cómo vascos que no tienen nada que ver con el nacionalismo que nos odia caminan cabizbajos por España, bajo la sospecha de todos, por culpa de una exigua mayoría que no, no cede, ni cederá nunca. Agur.

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martes, marzo 22, 2005

El mal rumbo del PP

Publicado en Diario Directo, el 22/03/2005

Que el PP es un barco a la deriva cuyo destino será encallar sin remedio en el banco de arena de las próximas elecciones empieza a ser una certeza asumida por todos. Menos por ellos. Mal asunto fue que en el congreso que siguió a la agria derrota, Acebes y Zaplana, las nefastas caras del 11-M, fuesen los elegidos como estandarte de la nueva etapa. Dejaron pasar una oportunidad histórica de autocrítica y reconciliación con la ciudadanía apartando a Gallardón de este nuevo rumbo, y su salida hacia delante empieza a ser lamentable calvario de episodios desafortunados.

Repasemos las últimas andanzas de los populares. Lo del cierre de la Comisión de Investigación es una consecuencia de esta absurda huida hacia ningún lugar. Automarginados y aferrados a una verdad indemostrable dan satisfacción a sus incondicionales, pero olvidan que el núcleo de la clase media no les creyó cuando aseguraban que ETA era la autora del 11-M. Tal vez las ciudadanías canjeen bienestar por cierta manga ancha a sus políticos, pero no admite unos gobernantes que mienten en situaciones donde la vida y la muerte nos dan una bofetada en la cara. Porque si lo hacen entonces, y si lo hicieron con el Prestige y con los telediarios de TVE1, y con la huelga general, si lo hacen tantas veces, acaban convirtiendo en descreídos a los antiguos incondicionales. Y en movilizados adversarios a un sector de la izquierda en pleno letargo tras los últimos años del PSOE.

Ahora Zaplana pide información sobre cierta trama que involucra a un militante del PSOE asturiano. Se debe investigar. El problema es que a Zaplana ya no le cree nadie. No le creen ni en Valencia, dicho sea de paso. Pedir información cuando la negaste o la manipulaste en su día es un ejercicio de cinismo que al portavoz popular se le da bien, pero cuyo coste electoral parece que nadie calcula en el PP. Luego, está el tema de la alianza con la Iglesia de Rouco, que afortunadamente ya es agua pasada, los matrimonios entre homosexuales, el traslado de la CMT a Barcelona… Quizá los populares no lo tengan claro, pero los catalanes, y los homosexuales, incluso los catalanes homosexuales, hoy por hoy, son también españoles. Y se expresarán en las urnas. Me pregunto qué pensará Piqué, que en Cataluña está haciendo una titánica labor de oposición, cuando sus compañeros, desde Madrid, y a cara de perro, tildan de “expatriación” el traslado de la CMT a la Ciudad Condal.

Y para remate, se quejan por la retirada de la estatua de Franco. ¡Qué torpeza, madre mía! Es posible que exista cierto afán provocador en la simbología por parte del Gobierno. Pero el PP es el culpable de dejarse provocar por la retirada de la estatua de un dictador que sí, hizo mucho daño, que no dejaba votar, que mató y machacó a los que quedaron vivos… Si ellos creen que quitar ese pedrusco indecente es atacar a una parte de España, podemos deducir que merodean en ese hemisferio machadiano de nuestro país bipolar. Aquel que barrió la democracia. Pero es que ahora hay democracia, y habrá urnas. Y si esta derecha no cambia, se moderniza y regenera, las urnas les cerrarán el paso del poder durante muchos y largos años.
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lunes, marzo 07, 2005

Televisiones públicas... ¿para qué?

Ni con el PP, ni con el PSOE. Ni comité de sabios (que no somos tontos, por Dios) ni debate en el Parlamento. A ver si alguien en este país tiene agallas de privatizar todas las televisiones públicas, desde las Estatales, hasta las nacionalistas de las Comunidades Autónomas, pasando por otras controladas por ayuntamientos con intereses urbanísticos.

La noticia del día, publicada en el portal sobre comunicación www.prnoticias.com, es que al PSOE tampoco le gustan las conclusiones de los sabios, especialmente las tocantes a perder poder para designar sus altos cargos.

Ver noticia original en PRN

País Vasco: demasiado tarde...


¿Sólo les molesta una guerra?

Publicado en diarioDirecto el 05/03/2005:

Estamos agotando todas nuestras reservas: manifiestos firmados por los más “progres”, aquellos que lucharon contra el franquismo, para que nadie sospeche; un presidente en la vanguardia del talante y la tolerancia; un exquisito “no” al 'Plan Ibarretxe' en el Congreso, cuando todo el mundo se despluma sin piedad en el hemiciclo, sesión a sesión… ¿Servirá de algo? Mucho me temo que no. Por fin, mucha gente se ha dado cuenta de que defender la Constitución, y por ende la satanizada “unidad de España”, no tiene por qué ser “franquista”. Pero tal vez sea tarde. Tarde para que vuelvan al País Vasco los 200.000 exiliados; tarde para que los nacionalistas, con ETA por la izquierda y la Iglesia por la derecha, den marcha atrás a su Plan soberanista que establece nacionalidades, identidades, censos propios; tarde para cambiar un sistema educativo perfeccionado y eficaz, que con la tenacidad de unos altos hornos, manufactura generaciones nacionalistas, llenas de ignorancia, de falacias históricas y de odio. Tarde para devolver la palabra a quienes ya no pueden hablar y no por miedo, sino porque un balazo los calló para siempre.

Me temo que en este país (sí, voy a decir país cuando me refiero a España) sufre la ceguera de sus complejos, las inhibiciones de sus miedos, los temores de su historia. Larra ya entrevió, en su día, cómo el “carlismo” avanzaba por esa esquina de España ante la tibieza de muchos. De la frustración tras la sufrida derrota carlista surgió el PNV. No lo digo yo, lo dice él, el salvador de la patria, ese Moisés de Euskal Herria, llamado Ibarretxe. “El conflicto dura 200 años”, señaló en Madrid, como diciendo: por si se os había olvidado, aquí bajo yo del caserío para recordároslo, dos siglos después… ojo españoles, que allí seguimos en las mismas… Hace 200 años, que yo sepa, el único conflicto era el de los carlistas, un movimiento ultrarreaccionario, basado en los privilegios forales, en el Antiguo Régimen antiliberal, y en las leyes antiguas (por cierto, ¿sabían que el lema del PNV es “Dios y leyes antiguas”?). Así seguimos. Los nacionalistas han sabido pulsar adecuadamente nuestros complejos históricos heredados del franquismo, nuestra historia de dolor, para construir sobre ella su falacia totalitaria. Ellos, los que se autodefinen como “nacionalistas”, en un ejercicio de cinismo permitido, han inventado un “nacionalismo español” al que temer, con el que impedir nuestra unidad, que no es, ni debería ser, sino unidad en torno a la Constitución. Entonces, para no quedarse atrás, se inventaron, desde el PNV, desde el Deia (su BOE), desde el Gara, desde el Berria, o desde sus amiguitos de ERC, aquello de “nacionalismo constitucional”. El problema es que ha habido muchos, muchos en este país, que han mirado para otro lado, que no han sabido ver, o que han caído en su trampa. Y tal vez, repito, sea tarde para que este laberinto tenga una solución.

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miércoles, marzo 02, 2005

En Cataluña nunca pasa nada

Antonio Asencio, diarioDirecto (01/03/2005)


Maragall Posted by Hello En Cataluña nunca pasa nada. Me lo han explicado: es el asociacionismo catalán. Ahora Maragall lo llama "vaselina", pero se trata del asociacionismo. Algo típico de allí desde la época medieval, la clave de su éxito, su disciplina, su receta frente al caos español. Por eso, cuando un político catalán mangonea un 3 % del dinero público, no pasa nada. El sentimiento de colectividad hace que ese 3 % sea un 3 % de interés para Cataluña. Con un poquito de "vaselina", ya le echarán la culpa a los vagos funcionarios de Madrid de cualquier mal, y punto pelota: la imagen lavada. Así, ganan todos. Hoy yo, mañana tú: inmunidad general. Un nubarrón difuso y amargo, llamado España, cargará con el fardo de nuestras torpezas. Un detergente eficaz contra las manchas, llamado Madrid y Estado español, lavará nuestros pecados. Los escándalos no son escándalos, sino montajes mediáticos, cuando lo escriben los periodistas de Madrid, ese cocidito madrileño anticatalán dedicado a amargarles el futuro. En Cataluña, el sentimiento de nación, la bandera, el Estatuto, está por encima de todo. Elites van, elites vienen. Pero el enemigo está fuera, en la meseta, en Moncloa o en Génova.

Por eso Maragall acusó, y luego retiró. No vale la pena cargarnos nuestro futuro nacional de políticos salvapatrias por unas comisioncitas de poca monta. Calmémonos todos, dice Carod-Rovira, cuyo grupo fue la delantera de una oposición que coqueteaba con la acusación de corrupción en la época de CiU. O rectifican, o no hay futuro nacional, dice Artur Mas. Todo por la unidad nacional: que las banderas ondeen alto, mientras caen los edificios y las lágrimas de los xarnegos que los habitaban, aquellos que buscaron en Cataluña una vida mejor, porque Cataluña, cuántas veces lo hemos oído, es Europa. No como este país africano y doloroso llamado España, que chupa del bote hurtado en forma de impuestos a la alta burguesía catalana.

No pasará nada. Créanme. La corrupción será cosa de Madrid… En Cataluña, el devenir histórico de autorrealización como “comunidad nacional” bien vale un 3 % de pasta y unos edificios hechos papilla. Yo me creo a Maragall: el "suflé catalán" se deshará como si le extirpasen la levadura mediática que infla escándalos a gusto de gourmet de maldad creativa, y aquí no habrá pasado nada. Y que patalee Piqué, que tiene un poquito de experiencia con aquello de Ercross. Adeu.

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