Comentario de antes de dormir
Empiezo a aburrirme de utilizar este blog como mero índice de mis artículos publicados en diarioDirecto. De vez en cuando, empezaré a emborronar un poco más y actuar como blogger; es decir, más autobombo intimista, más cotidianeidad fingida, natural o simulada. Por si alguien no se había enterado, estoy frente al ordenador familiar y comunal en Málaga, y son las 3:15 de la madrugada. Creo que voy bien...
Hoy fui a la conferencia, aquí en Málaga, que Arcadi Espada, ilustre periodista catalán y colaborador de El País, amén de llevar un blog estrella, ha impartido en uno de esos ciclos organizados por incautos programadores culturales. El tema: cinco periodistas españoles que realizaron el grueso de su producción antes de la guerra civil. Entre ellos: Josep Pla, Julio Comba, Gaciel... ¿Fueron una generación? Los unía su individualismo, su periodismo comprometido con el cambio social, su estilo antirretórico, seco, depurado y preciso.
Sólo un pero: en un momento dado, Arcadi dijo una "boutad" que todos le consentimos, sin duda merecidamente porque la conferencia, repito, fue muy interesante y amena. Acusó al Nuevo Periodismo de precursor de cierta suerte de posmodernidad "todo vale" que, por decirlo de alguna forma, desvirtuó el sentido mismo del periodismo (contar la realidad) mezclándolo con la literatura y "novelizándolo". Creo que si la labor del periodismo es acercarnos a una época, a unos personajes, a una realidad cultural palpitante, Truman Capote fue un inigualable pintor de su tiempo. Si tenía paleta, si tenía pinturas, lo mejor que podía hacer era usarlas. La austeridad castellana, en boca de un catalán, a veces puede resultar algo sospechosa, telúrica, hegeliana. Admitimos barco como animal acuático, Arcadi, pero porque sé que te referías a barco como animal acuático. Y olvidemos el pseudo debate que se montó al final (inevitable en cualquier ruedo metaperiodístico) sobre el misterio de la santísima trinidad para todo profesional de la información: el de si existe o no la objetividad. Como teólogo de mi profesión, introduciré una matización. ¿Es lo mismo objetividad que verdad? Creo que no. Objetivos son los objetos. Una información ha de ser veraz. La objetividad, como credo está bien. Como realidad, no seamos ingenuos. Con el impulso de la subjetividad, y con la irrefutabilidad aritmética de la verdad, el periodista puede, sí, cambiar el mundo.
Son las 3:22. Lo cual quiere decir que tardo poco en bloggear de esta nueva forma. Espero sus masivos comentarios. Buenas noches.