jueves, noviembre 30, 2006

Al alba...



Cuando recuerdo los primeros años de mi vida, en un piso de un barrio de Valencia, siempre suena de fondo la voz de terciopelo roto de Rosa León cantando "Al alba". Sí, es cierto, yo tenía cintas y algún disco que poníamos en un tocadiscos portátil con canciones infantiles de Rosa León. Mi madre, que por aquel entonces lucía una profusa melena negra de negro azabache y una chupa de cuero (y conducía un 600 que nunca olvidaré), me llevó a un concierto de ella, creo que en los viveros de la capital del Turia. Pero, por más que escuchase "al señor Martín-tín-tín" que tenía un "ratón-tón-tón", la canción que de verdad me intrigaba era "Al alba". Tal vez fuese por el recuerdo de mi padre, siempre volviendo a Málaga. Tal vez por las poderosas metáforas, "no sé qué estrellas son estas, que hieren como amenazas, y sé que sangra la luna al filo de su guadaña", que abren en la mente de un niño monstruos y esperanzas. Y nos quedábamos solos allí, mi madre y yo, refugiados en ese pasillo de frío de aquel piso. Y esa canción, que a mi madre tanto le gustaba, se quedaba como un enigma de sombras en mi imaginación, en esa casa en aquel barrio de Valencia:

"Los hijos que no tuvimos, se esconden en las cloacas,
comen las últimas flores, parece que adivinaran
que el día que avecina viene con hambre atrasada...
Presiento que tras la noche vendrá la noche más larga...
Quiero que no me abandones, amor mío al alba...

miles de buitres callados, van extendiendo sus alas...
¿No te destroza amor mío, esta silenciosa danza? ."

Hoy conozco el sentido de "Al alba". Algún día me encantaría decirle a Rosa León, que ahora es concejala del PSOE en el Auyuntamiento de Madrid, que al alba siempre suena su voz de rabia y cariño.

lunes, noviembre 27, 2006

Asociación de Vísceras del Terrorismo

Alcaraz con su voz meliflua de cantinero de la COPE frustrado. Acebes con su vocecilla terrorífica de verdugo de Palacio, pequeño aprendiz de ejecutor franquista. Obispos. Pijos. Niñatos del Barrio de Salamanca. Renegados del PSOE. El paraguas de la AVT, con la bandera de España, cubriendo a los grotescos del Sol de las dos patrias. El PP, por fin, ya instalado en la escatología ética: haciendo política con las vísceras del terrorismo. AVT: Asociación de Vísceras del Terrorismo. Todos sabemos ya cuál es el programa electoral del PP para el 2008: que vuelta el terror y la guerra a las calles. Que vuelvan las vísceras, humeantes, los muñones de Irene Villa, al escenario ético del espacio público, donde la razón siempre se estrellará contra el muñón, contra el esófago reventado, contra la cara ensangrentada. Al fin y al cabo, esta derecha siempre fue guerrera. Y su lógica fue escato-lógica.

domingo, noviembre 26, 2006

Establecer redes...



Mi Ana (me voy a poner así de malagueño, poniendo los posesivos delante de los nombres propios) quiere establecer redes sociales en su barrio. Y yo la apoyo. Para empezar, creo que Punset, con Redes, puede ser un buen inicio. Sobre todo cuando se dobla así mismo, hablando inglés con acento catalán, a español, con acento catalán. Por Dios, me encanta este hombre, el flujo de la felicidad, el tiempo que no existe, el cosmos estático que se expande en otra dimensión y todo lo que dice. Soy su sucesor natural!!!

sábado, noviembre 25, 2006

Sigue siendo verano



Está entrando el invierno, pero cada vez que escucho esta canción un verano ligero y azul entra en mi habitación. Un verano que sabe a pasado, supongo, como todos los veranos, que llegan con la promesa de cambiarnos la vida, de ser únicos en su especie, de hacernos un tatuaje en el corazón de la memoria. Y sobre todo, llegan con la ilusión de conocer a otras personas que deberán traer mareas de mundos lejanos. Esta canción de los Simple Minds me habla de muchos veranos, unos imaginados, otros vividos, otros posibles, tal vez por venir... someone, somewhere, in the summertime. Alguien, en algún lugar, en verano. ¿Dónde estás? ¿Qué verano te traerá hasta mí?

martes, noviembre 21, 2006

La ciudad está en ti

Dices: «Iré a otra tierra, hacia otro mar,
y una ciudad mejor con certeza hallaré.
Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,
y muere mi corazón,
lo mismo que mis pensamientos, en esta desolada languidez.

Donde vuelvo mis ojos sólo veo
las oscuras ruinas de mi vida
y los muchos años que aquí pasé o destruí».

No hallarás otra tierra ni otra mar.
La ciudad irá siempre en ti.

Volverás a las mismas calles.

Y en los mismos suburbios hallarás tu vejez;
en la misma casa encanecerás.

Siempre llegarás a esta ciudad.

No existe para ti ni ruta ni navío
que pueda conducirte a otra parte.

No esperes nada.

La vida que aquí perdiste
en toda la tierra la has arruinado.

Constantin Kavafis, La ciudad.

viernes, noviembre 17, 2006

Desde 4 Caminos el mundo es otro

Susurrar palabras a un remolino sin rumbo. Remolonear camastros a este lado del cristal. Zarandear las sábanas, las sílabas, las síncopas. Estoy en Madrid, solo, sin hijos, sin padres ni madres, soldado de la soledad, en un espacio que no tiene frío, porque el frío está en mí y está fuera. Me siento un heterónimo falso de Pessoa, que escribe lo ya escrito -papel mojado- por un autor que también tiene frío dentro de mí, y deshoja palabras en mis labios: "Soy los alrededores de una ciudad que no existe, el comentario prolijo a un libro que no se ha escrito. No soy nadie, no soy nada."

Pero la calle Maudes persiste-insiste en su oscuridad. Y la noche se abre... Y la noche, como decía la canción, pertenece a los amantes. Nos pertenece a nosotros, a mí y a mi heterónimo, que resume las vidas que en cada instante me estoy perdiendo.

PD: Felicidades, Segolenne.

lunes, noviembre 13, 2006

Delicuescencias sociológicas

Puercoespineo por la red información sobre la "clase creativa", concepto acuñado por el sociólogo Richard Florida. Copio y pego la información básica: La teoría de la clase creativa, propuesta por Richard Florida en su libro The Rise of the Creative Class, ha generado un amplio debate. Florida propone que las claves del crecimiento económico en las últimas décadas son la tecnología, el talento y la tolerancia (las 3 T). En pocas palabras, las clases creativas son las que generan mayor crecimiento económico y buscan entornos urbanos atractivos en cuanto a su tolerancia hacia modos de vida no estandar (en cuanto a opciones familiares, sexuales, etc) y a sus posibilidades culturales y de entretenimiento.

El error (ya son palabras mías) está en pensar que las clases creativas tienen parámetros fijos: edades comprendidas entre los 25 y los 40, por ejemplo. Jóvenes solteros, o sin hijos. Con grandes dominios de las nuevas tecnologías, y a ser posibles con un opción política entre lo liberal y lo progresista. La realidad, como siempre, es mucho más compleja. Me atrae la teoría de Florida. Pero en vez de considerar la creatividad como el producto de una clase, ¿por qué no inyectarla como actitud social generalizada? En la época del marketing viral, suena más interesante implicar a un mayor número de individuos, convertidos en "autolíderes", para que dinamicen una sociedad basada en la competitividad y la innovación, no sólo económicas, sino sociales, culturales...etc

El otro día asistí a la conferencia de Daniel Innerarity en el Ateneo de Málaga. Presentada por el elocuente periodista del diario SUR Teodoro León Gross (hermano de Bernardino León, secretario de Estado de Exteriores) al acto asistieron varios de los popes de la política malagueña, con el morbo consecuente de encuentros inesperados entre antiguos amigos y ahora rivales.

Diré que estaban allí políticos de "peso" como el ex-alcalde de Málaga Pedro Aparicio, el ex-secretario general del PSOE José Asenjo, el diputado socialista y asesor de Zapatero José Andrés Torres Mora, el senador del PP Damián Caneda y un nutrido número de concejales de uno y otro signo, si bien había allí más socialistas y ex-socialistas que otra cosa.

Al tema: Innerarity se quejó de una clase política separada de los conocimientos científicos, sociales...etc. Una clase política que, a diferencia de lo que ocurre en otros ámbitos, no innova. Yo me pregunto, ¿el problema es una clase política sin conocimiento social, o una sociedad sin conocimiento político?

PD: Esta es la particular visión que tiene la derecha católica de la izquierda, tomando como excusa la "mitología de la violencia de género", según ellos, un invento del progresismo para destruir la familia y mantener la peligrosa senda del cambio social (en Ediciones Católicas. Y luego me preguntarán que por qué se me siguen poniendo los pelos de punta cuando descubro que alguien a quien aprecio vota al PP).

viernes, noviembre 10, 2006

La inesperada evolución de las palabras

Leo, paralelamente, dos libros especulares. Uno lo precede. El otro, lo refleja. Fue intuitivo y no sujeto a ningún plan de lectura preconcebido. El primero es "La evolución creadora", de Henri Bergson. Una espuela que el irracionalismo hinca en el lomo del evolucionismo racionalista. Una concepción del tiempo que disuelve el tiempo y lo convierte en duración. La evolución creadora se explica por el "elan vital", la fuerza última, impulso de vida. Y no por el trazado determinado que explicaría una evolución sistemática y mecánica: una prefiguración del tiempo como una sucesión de estados inevitables y consecuentes. Somos libres, dice Bergson, porque no existe el tiempo. Porque no hay una evolución finalista preinscrita en una naturaleza entendida como artefacto mecánico. El artefacto, lo mecánico, es una impostura epistemológica de los hombres (y las mujeres). La naturaleza es elan. No es un plan diseñado por el obrero humano.

Y, ¿qué es la poesía, la imagen poética? Gaston Bachelard, desde una postura opuesta, poetiza la palabra "creación", la creación de la palabra, aludiendo al tiempo indeterminado de Bergson. A la duración en la cual el elan produce su evolución. La evolución del lenguaje se explica por el elan creativo que es la poesía. Y la poesía no es metáfora: es imagen. Es creación pura. La imagen poética es una ontología directa. Ctando a Jean-Pierre Jouve, Bachelard dice: "La poesía es un alma inaugurando una forma". Dice él, directamente: "En una imagen poética el alma dice su presencia".

Tal vez sólo podamos explicarnos así la existencia: un elan o impulso, una ontología que brota en nuestra propia alma sin explicación alguna. Un camino inaugurado por nosotros mismos, rodeado de incertidumbre. Una travesía por la incertidumbre, como decía Estrella de Diego.

martes, noviembre 07, 2006

Y sin embargo, sigue sucediendo...

Que despiertas junto a alguien. Que has dormido junto a alguien. Que has acariciado, y has temblado, y has olvidado, y has amanecido queriendo respirar adoquines y esquinas. Y has enmudecido. Y has encontrado otros idiomas que habitaban en ti. Otras voces, otros ámbitos. Y el mundo ha sido nuevo. Y el Madrid difuso de Gallardón fue otro Madrid tierno perdido entre tus células. Y entonces ha sucedido. Alguien se despierta, alguna camiseta extraña, con un olor extraño, con un silencio nuevo. Y todo sabe a nuevo, porque algo fue nuevo. Volviste a nacer una noche en Madrid porque alguien te nació sin pedirte permiso.

Porque pasan los años y se instala el desencanto.

Pero aveces, sin embargo, sigue sucediendo.

domingo, noviembre 05, 2006

Allá donde se cruzan los caminos

El fin de semana pasado estuve en Madrid. Madrid cada día es más pequeño. Lo recorro desde la Gran Vía adentro, hacia Malasaña, hacia Princesa, hacia Debod, hacia los Austria. Sin parar, sin yuxtaponer: el tiempo fluido de Bergson, acumulado, continuo, en constante cambio. Y como en La Historia Interminable, presiento que una Nada se va apoderano de la ciudad. La va cercando. Y amenaza con hacerla desaparecer. Es la Nada de los arquitectos municipales, de los concejales de urbanismo, de las grandes promotoras, de las zanjas, de los PAU's, de la ampliación de la Castellana. Hombres con traje gris que van y viene, venden y compran. Niñatos con másters. La ciudad es un buen negocio. Su negocio. Una mercancía. Técnicos municipales con planes y planos, al servicio de hombres con trajes grises. Y pasta, mucha pasta. Y Madrid, se encoge. Se encogen sus barrios, se encogen sus noches selváticas, se encogen sus esperanzas, se encoge su caos.

Tu Madrid, Gallardón, es una puta mierda.

No me interesa. Porque no tengo intereses, más allá de mi modesto apartamento en la Plaza de los Cubos. Madrid... Cada vez más pequeñito. Cada vez con menos aliento. Si al menos Gallardón y su prepotencia florentina hubiesen traído la ciudad desestructurada de Koolhas, o cualquie pijada por el estilo... Hasta el Madrid cateto y beato de Álvarez del Manzano resultaba indigestamente entrañable. De malo, despertaba lástima. Por momentos, era como desayunar en una novela de Galdós. Esto que me he encontrado este fin de semana es una ciudad sin identidad. La sede interminable de una empresa. Una oficina con calles. Una sala de Juntas con metro debajo. El resultado cuatro pijos armados con escuadra y cartabón. Y con buenos negocios, eso sí.

Amplían la Castellana y hacen más edificios para oficinas. Miles de personas trabajarán en el Norte. Mientras el crecimiento de población se da en el SUR. ¿A nadie se le ocurrió llevar el centro económico donde viven las personas? ¿Por que no se hizo, porque el metro cuadrado vale menos? ¿Les importa un pimiento atascar la ciudad todos los días?

Madrid, mi refugio. Mi calle. Mi soledad. Mi angustia. Mis horas perdidas vagabundendo. ¿En qué despacho del Ayuntamiento te perdiste? ¿A qué tecnócrata solicitarte?

jueves, noviembre 02, 2006

Hemos perdido en Cataluña

El PSC ha perdido las elecciones en Cataluña. Democráticamente, justamente, hemos perdido. Es cierto que el tripartido ha ganado con mayoría absoluta. Pero el PSC, el PSOE, mi partido, el socialismo democrático, no ha ganado. Ha ganado la izquierda como intuición, como conjunto. Como persona de izquierdas, lo celebro. Pero ha perdido el Partido Socialista. El más nuestro, el que está hecho de nosotros, de Montillas y Manuelas de Madre. De catalanes y andaluces. De barrios sin bandera. Gobernaremos, pero no vencimos. Somos lo que somos. No ganó nuestro proyecto de una Cataluña social, una Cataluña de seres humanos con más necesidades que identidad, sin contemplar, ingenuamente, que la identidad es la más fundamental de las necesidades.

Pero hoy hemos perdido nosotros. Y el nosotros es la novedad. Es nuestra derrota. La que tiene nuestros ojos, nuestro corazón y nuestra boca. Cuando ganaba Maragall liderando la candidatura del PSC, no éramos nosotros quienes ganábamos. Hoy, por fin, podemos ser nosotros quienes perdamos en Cataluña. Con 37 escaños. Eso quiere decir, que Maragall son 5 escaños.

Yo hubiese votado una y mil veces a Montilla. A veces, perder es digno. Hemos perdido dignamente. Hay más dignidad en la derrota de Montilla que en la victoria de Mas. Porque hemos perdido para que Cataluña gane, y eso es digno. Hemos perdido para que haya otro partido en el Parlamento y por tanto más democracia, Ciudadanos de Cataluña. Y eso es digno. Hemos perdido para que un partido ecologista tenga más votos. Y eso es digno. Hemos perdido pero el PP ha perdido un escaño. No es lo mismo perder 5 cuando tienes 42, que 1 cuando tienes 15. Y hacer que el PP pierda, es digno.

Montilla ha perdido para que ganen sus ciudadanos. Y por eso, hoy me siento seguro de una cosa: perdimos en la táctica de estas elecciones. Pero ganamos en la estrategia política. En la estrategia social.

Gobernaremos.