La democracia era esto
Una ficción, un adalid, un estandarte. Con todas las hechuras del símbolo: su vacuidad, su hipnosis, sus capacidad infinita de justificación. El drama humano, humanitario que vive Bagdad (por ahora, la caída del puente nos arroja un saldo de más de 600 muertos) sólo es comparable al drama de la democracia. Si la democracia era esto, pensarán los ciudadanos de Bagdad, que vuelva Saddam. Algunos creímos, alguna vez, que la democracia era un resultado, un fin, un destino compartido, no un método, no una herramienta exportable por Bush-Blair-Aznar, como exportable es el Big Mac. Democracias para vender petróleto, para enviar tropas, para lanzar tanques. Creíamos que la democracia era una forma de orden, no de corrupción, no de caos, no de Abuh Graib. Que en su condición estaba ser menos injusta que la dictadura militar.
Tabulación:
Mis mismos amigos, votantes del PP y lectores de Libertad Digital, que defienden la Guerra de Irak, es decir, el caos iraquí, para implementar la democracia, justifican el orden que trajo la Guerra Civil y el general Franco para disolver el caos republicanos. No al caos democrático español, pero sí al caos democrático iraquí. El círculo no se cierra ahí: defienden que EEUU luchó contra Hitler, pero no justifican que no luchase contra el aliado de Hitler, Franco.