viernes, diciembre 30, 2005

Igualdad y diversidad

Que el reto de la izquierda, no sólo española, sino mundial, es conseguir tabular el igualitarismo tradicional y la idea de justicia redistributiva con el multiculturalismo polimorfo de la "glocalización" parece ser algo progresivamente entendido en el seno del PSOE al albur de las políticas de Zapatero. Como dije en su día, el primer político digital de Europa. Hoy habla sobre esto Ramón Jáuregui, diputado del PSE, en un magnífico artículo en El País titulado ¿Y la izquierda?.

Tuve una pesadilla con el sentido común

Hay una nueva ideología, un nuevo temblor de las conciencias a medio camino entre el latido de corazón y el resorte intelectual último -último suspiro, grito, clamor en el silencio- de una enorme tropa de profesores de universidad, padres de familia, políticos, funcionarios y trabajadores de banca. Es una versión de España y la razón, una versión del centro, del sentido: el sentido común. Un modelo o un slogan en unos momentos de pánico deconstructor. La ecuación, sentido común, es un aforismo perfecto en un tiempo de diseminación. Frente a lo disperso, lo común. Frente a lo relativo, al multiperspectivismo propio de la era digital, el sentido. Uno, grande y libre. Inexpugnable y analógico. Amurallado de razón y tradición.

Yo, ser deconstruido, digital, sin centro, ser descentrado, invertebrado, a veces me aburro y me despierto en mitad de la noche, tiritando, aplastado bajo el sentido común, una vértebra ajena que se mete en mi pensamiento para unificarlo y darle unidad, tranquilidad y reposo. Atraviesa mi cuerpo como una flecha, tiene las barbas de Rajoy y la gomina de Piqué, es corbata de hierro o yugo de hueso, es estructura arborescente y totalitaria. Y entonces, mi yo diseminado, molecular, sin centro, construido en red y por módulos, se rebela, pero es una rebelión en desliz, amorfa, lanzada con múltiples vectores multicolores contra el ejército unívoco del sentido común. Un arcoiris de píxeles frente a la forma fuerte del blanco y negro.

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Los periódicos dicen que el CIS dice que los españoles pensamos que hay demasiados extranjeros. A mí me pasa algo en la misma línea, pero un poco más terrible: pienso que hay demasiados españoles.

jueves, diciembre 29, 2005

He descubierto Castpost


Para complacer a mis seguidores y hacer respirar este blog por sus poros semióticos, he decidido ampliarlo, hacerlo un poquito más totalitario. Entro en el mundo multimedia de la mano de castpost y otros programas de post multimedia. De modo que con él insertaré vídeos que me interesen, audios, cortaré, pegaré. Seré un disck jockey del texto: un text-jockey. Tj Puercoespín. Habrá, previsiblemente, algún comentario mío, con mi voz. La firma del que mezcla. Ya sabéis, para los que no me soportáis, vengo más armado para el 2006. Feliz entrada en mi choza hipertextual, felices fluidos y felices citas.

PD: Los rayos láser y el humo de hielo no tardará en llegar. Mientras tanto, disfruten con uno de los últimos hits:

Zapatero y Evo (sample)


Powered by Castpost

miércoles, diciembre 28, 2005

La era del hibridismo

Se nos antojan cada vez más bizantinas las grandes disquisiciones sobre conceptos absolutos (nación, patria, religión, etcétera). Ello es que pertenecemos a la era de la fluidez y el hibridismo. Los valores son cada vez más relativos, móviles, provisionales. Los territorios científicos son interdisciplinarios. La misma ética es, ante todo, ética aplicada y casuística. Y hablar de hibridismo es hablar de identidades múltiples, pluralismo a la carta, mestizaje cultural. Sucede que todo es hoy una mezcla felizmente poco consistente de actitudes y valores dispersos. De la gran matriz cultural, de los miles de matrices culturales, se pueden extraer combinaciones múltiples. Se puede ser a un tiempo anarquista, petimetre y budista. Homosexual y cristiano. Ateo y místico. Socialista y nacionalista. Caben todas las combinaciones imaginables. También las inimaginables. Y no hay que pensar que los distintos factores se relacionen causalmente: simplemente, conviven. Se interconectan. En algunos casos, claro, sí procede hablar de causalidad, pero ésta no es lineal sino cibernética, inscrita en redes complejas. Hay quien usa la palabra conectividad: interdependencia de ámbitos alejados entre sí, relaciones improbables. Fenómenos generalizados de ecología no lineal. Leer más...

Salvador Pániker. El País.

martes, diciembre 27, 2005

Bono y la diferencia

Para cada discurso, un hombre. Para cada hombre, un discurso.: Bono y la diferencia. La estética pública, a veces im-púdica, debería analizar este fenómeno del mapa discursivo-político con escalpelo y lupa de semiólogo barbudo. Eso, alguna vez, fue el periodismo, armado de libros, armado de Universidad, y desprovisto de hambre voraz de titulares y latiguillos verbales. Bono, reticente, paternal, institucional, abanderado, critica la exaltación de la diferencia, del no querer saber nada del vecino: bien. Dicho en Bosnia, por Bono, el hombre -su discurso- la metáfora viaja a través de los herzios de las agencias y se activa en la "balcanizada" España, lugar de diseminación y descentramiento, lugar en el que la identidad siempre es esquizo-identidad, sometida a la doble tensión mefistofélica y paranoide de lo centrípeto y lo centrífugo. Si la ecuación nos lleva a pensar que la exaltación de la diferencia conduce a la guerra, el que fue creado en la diferencia por lo igual, le recordaría que también el no-reconocimiento de la diferencia conduce a la guerra. Leviatán contra sus fronteras, contra sus variaciones. Lo absoluto y diviso tienen en común el amor por la guerra, la guerra de bellas causas. La guerra y la identidad. Y tal vez, bajo esa noticia de agencia, ese estudiado y previsible ir y venir de titulares Bono-Bargalló (lo centrípeto y lo centrífugo), se oculte la verdadera misión de los ejércitos digitales: proteger los nuevos territorios de palabras, enviar soldados para soldar la identidad, el relato de los pueblos. El relato, el discurso. Y Bono, al frente. En la Ex-Yugoslavia.

domingo, diciembre 25, 2005

La copia sin original... Times gous by, con Loli

La afirmación baudrillardiana de la copia sin original queda demostrada en este vídeo copia de copia de copia y así ad infinitum.

http://video.google.com/videoplay?docid=1118062670787157311&q=terremoto+hung+up

Feliz solsticio de invierno.

jueves, diciembre 22, 2005

El efecto Sokal

Hernán Díaz

Una tormenta acaba de sacudir los ambientes académicos de todo el mundo. El físico norteamericano Alan Sokal se ha permitido tomarle el pelo a buena parte de los intelectuales posmodernistas, generando una polémica que ya se ha dado en llamar el ‘affaire Sokal’.
Comenzó hace dos años, cuando Sokal envió a una revista académica de alto nivel un artículo titulado "Transgrediendo los límites: hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad cuántica". El pomposo título escondía una serie de disparates sin ilación ni significado, mechados con citas de algunos popes del posmodernismo, y manteniendo un tono de ‘alta reflexión filosófica’ sobre un tema en realidad indeterminado. La revista lo publicó y cuando Sokal explicó la artimaña, se generó un debate de alcance internacional. Se había dado el gusto de demostrar, por el absurdo, que en el ambiente académico "está instalada la idea de que un texto, cuanto más oscuro y hermético, más profundo es" (Clarín, 15/4).

En setiembre de 1997 publicó un libro, junto al físico belga Jean Bricmont, titulado "Imposturas intelectuales", donde hace un repaso de la mala utilización que hacen algunos filósofos, psicoanalistas y teóricos de las ciencias sociales, de teorías o conclusiones de las ciencias ‘duras’ (física, matemática, etc.). Allí dedica capítulos a Lacan, Baudrillard, Kristeva, Paul Virilio, etc. Por ejemplo, entre los más comentados, estaba la afirmación de Lacan de que el órgano eréctil es igualable a la raíz cuadrada de (- 1), lo cual, juzgado desde el punto de vista de las matemáticas, carece de sentido.

Sokal fue acusado de francofobia, ya que la mayoría de sus ataques se dirigían contra intelectuales franceses. Pero es natural que sea así puesto que Francia es la cuna y la patria del posmodernismo. Allí prevalece, bajo distintas corrientes, el pensamiento impresionista, subjetivista, nacido de las ruinas del estructuralismo y del rechazo al marxismo, modalidad que hizo eclosión a comienzos de los años 80. Leer más...

martes, diciembre 20, 2005

Unos de los nuestros...

Detienen a tres jóvenes en Barcelona por agredir y quemar viva a una indigente

Tienen entre 18 y 16 años y pertenecen a familias acomodadas de Barcelona. El jueves por la noche salieron y cometieron un brutal crimen. Quemaron viva a una indigente que se refugiaba del frío en un cajero. Antes, la insultaron y la golpearon en varias ocasiones. (...)

Los detenidos son Ricard P.B., de 18 años y vecino de Barcelona; Oriol P.S., de 18 años, también vecino de Barcelona; y J.J.M.R., de 16 años. Los tres pertenecen a familias acomodadas de la ciudad condal. Seguir a noticia

PD: ¿Ahora qué dirán esos nacionalistas, de cualquier bando, que dictan y acusan a inmigrantes, foráneos o causas de marginación social para quitar al crimen del núcleo del pueblo? No, no. Ricard, Oriol y JJMR se han cargado lo exógeno, lo exótico de Cataluña y, tal vez, de España. Gracias chavalotes. Aquí no hay Lating Kings, ni xarnegos, ni gitanos, ni incívicos. Vosotros sois nosotros en nuestra más pura esencia: adolescentes acomodados. Algo así como los que matan el tiempo a base de cócteles en Getxo.

domingo, diciembre 18, 2005

Los amantes de Pont Neuf


Reconozco que no había visto este clásico reciente. Los amantes de Pont Neuf, película de 1992 del francés Leos Carax protagonizada por Juliette Binoche y Denis Lavant podría ser el despliegue de una gran impostura cinematográfica, la planificación meticulosa de una broma intelectual, o bien el resultado ineluctable del cine sobre el vacío al que se vería abocado un director francés en plena histeria posmoderna. La historia, la narración, el nudo de cosas, es del todo inverosímil: él es un clochard (vagabundo) al uso que vive en el Puente Nuevo (Pont Neuf parisino) y ella, la Binoche, es otra vagabuna misteriosa que tiene un ojo emparchado y que pinta retratos. Como podría ser de esperar en una peli francesa que transcurre entre vagabundos que viven en un antiguo puente parisino, todo resorte lógico para sostener y engrasar la narración ha desaparecido, y los personajes, que poco a poco se van envolviendo en la magia un poco absurda del "amor fou", actúan sin que se sepa muy bien por qué, al arbitrio de gestos, palabras y reacciones que pondrían de manifiesto lo animal de las almas libres que viven al otro lado de la sociedad. Es decir, una nueva versión francesa del minimalismo narrativo y la inflación del signo: metáfora, belleza, emoción. Ella persigue por el metro a un antiguo amante, y cuando lo encuentra le pega un tiro. Él vive en el puente (que está cerrado al tráfico por obras de restauración), toma tranquilizantes para dormir y de vez en cuando se emborracha. Al principio todo es hirientemente realista y sucio, pero, ¡trampa!, poco a poco la historia se va llenando de luces de postal, de música de café y de algún que otro diálogo seco de esos tipo "aquí no hay amor. El amor se hace en los dormitorios" o "necesito pintar tu rostro".

Cuando la Binoche y el Lavant (que por cierto va de galán feo, abrupto y desencajado) se enamoran, la historia entra una especie de delirio-pastel en el que la pareja de amantes locos se dedica a hacer el amor en la playa, volver a París y robar a señores de todo pelaje sin que éstos se den cuenta, y acumular un dinero que Lavant verá como peligro para el amor entre ambos (el vagabundeo, el puente protege el lazo indómito que los une. Pura ideología). Efectivamente, se desvela parte del secreto. Ella, pintora que estaba perdiendo la visión, era la hija de un conocido militar. El Estado, la República, se encarga de poner carteles por toda la ciudad con su cara, anunciando que un cirujano tiene el remedio para curar su vista. Ahí Lavant ve la tragedia: que el sistema devuelva a la Binoche a su hábitat de burguesía normativa y destruya su amor libre, loco y vagabundo. El se encarga de quemar los carteles en metros desiertos y calles intransitadas. Todos arden, las llamas consumen su rostro. Oh fuego que consume el amor. En las quemas, un hombre muere. Ella, como todos podéis imaginar, se pira a curarse. Y en el Pont Neuf parisino escribe algo así como "Nunca te amé. Olvídame". Y él, que guardaba una pistola, cuando lee el mensaje exclama: "Nadie puede enseñarme a olvidar". Y se pega un tiro en un dedo. En fin. Él ingresa en prisión, y dos años después aparece la Binoche en la cárcel, diciendo que él se le aparecía en sueños. De modo que él sale de la cárcel, y ya, dos burguesitos reinsertados, se van otra vez al puente, se emborrachan como en los viejos tiempos, se tiran al Sena (obvio, es de manual) y acaban siendo rescatados por un barco que se dirige al Atlántico. Y allá que se van los dos. Que se pudra París. Dicen mientras el barco se aleja. Risueños, amantes y locos.

Jooooder. Vi la película con un amigo que no paró de despotricar de la "nadería" francesa y la tomadura de pelo posmoderna, pero debo romper una lanza a favor de la película. Es bonita. Es fuerte. Es decir, que siendo una osadía, un pastiche, un mero juego artificial, se puede ver y se puede disfrutar dentro de determinado código: aquel que está tejido por los signos, que olvida la realidad a contar para jugar en el campo del artificio y sólo del artificio. Carax parece querer decirnos que su película es un engaño, pero un engaño hermoso al fin y al cabo, y que toda estética juega la misma partida, que todo film es engaño y que él se atreve a poner de manifiesto la artificiosidad de la ficción. El Puente, París, los clochard, los estereotipos, la falta de argumento sólido son su argumento. En otras palabras, los gestos, el puente, los rostros, los signos... se cuentan a sí mismos. Por más que quería, no lograba recrear la misma historia en Madrid, junto al Manzanares, en español y sin la Binoche.

viernes, diciembre 16, 2005

Hasta las narices de mi alcalde


No puedo más con él. Sí, me refiero a este tipo de mirada triste y cara espesa de picapapeles de juzgado provincial que ven a mi izquierda. Hoy, que estoy caliente, me voy a poner en plan periodista de provincias. Sé que esto interesa poco a la gente que se mete por aquí, que vivís todos muy lejos, pero es que no puedo más.

La culpa, como siempre, es nuestra por haberlo votado. Cada pueblo tiene el representante que se merece, el que está más hecho a su imagen, a su piel. El caso es que este tipo, Francisco de la Torre, Paco para los amigos, alcalde de Málaga, se ha empeñado en que los malagueños nos dejemos nuestro sueldo en el coche, nuestra paciencia en los atascos, y nuestros sueños en la cuneta. Si no la vida, claro, en alguna de las curvas de la circunvalación más maldita de toda España. Porque Paco ha decidido que Málaga no debe tener Metro. Seguiremos teniendo Semana Santa, terracitas con cañitas y tapas, la calle Larios peatonalizada y muy mona y cada día más cortes ingleses y multicines. Y por supuesto, seguiremos teniendo atascos, que son ya parte de nuestro folclore. Pero el Metro no, porque por ahí no caben los tronos ni cabe nuestra idesincrasia.

Si el boicot a los productos catalanes me parece fatal, que el primer edil de mi ciudad quiera que sigamos estando al Sur no sólo de Europa, sino del desarrollo, y por hacerle la puñeta a la Junta de Andalucía paralice el comienzo interminable, larguísimo, descorazonador de las obras del Metro con el peregrino argumento de que se tienen que hacer obras previas para que podamos circular (¿podemos circular ahora, acaso? ¿Qué va antes, el huevo o la gallina?), eso, toda esa fiebre paranoica de político mediocre que sólo sabe tapar su mediocridad jodiendo los proyectos del de al lado, me parece delito contra la Ciudadanía, así, en Mayúsculas, al más puro estilo socialdemócrata. Es una pesadilla. Cuando no es una cosa, es otra. Hasta en el conflictivo Bilbao pudieron hacerlo... Aquí no hay ETA, pero hay logias "populares", cofradías del desamparo y la catetez, intereses cruzados y concejalas del Opus que invierten su tiempo de trabajo en ir a misa.

Eso sí, el representante de una de esas burguesías de provincias que tan bien encarna el PP, ha llenado Málaga de lucecitas de navidad, borreguitos de Belén, estrellas fugaces que nunca desaparecen y demás artefactos horteras que se supone que tanto gustan al populacho popular y al socialista. El dinero público tiene la forma del niño Jesús. Cuando llegue la Semana Santa, Paco de la Torre, que cada día tiene más cara de cofrade viejo y cansino, se volcará, hará todo lo que pueda para que las calles estén impecables y los tronos puedan alisar con su paso fúnebre (porque no olvidemos que la Semana Santa es gran funeral) los disensos que nos desunen a los malagueños, el vacío por no tener Metro y gastar dos horas cada día en llegar a nuestros trabajos. Cuando llegue la Feria de Málaga, tendremos al Arrebato con el cafelito y las emociones de los cojones, y vendrán Hombres G y la Pantoja, y tendremos fuegos artificiales y ya está. Seguiremos siendo lo de siempre, lo que se espera de nosotros. Qué asco.

Periodismo débil, Oliver Twist y neocons

En diarioDirecto hemos publicado una interesante entrevista al periodista del diario Sur y profesor en la Universidad de Málaga Teodoro León Gross en la que nos habló de su último libro, "El periodismo débil" en la que habla de eso, del periodismo débil, es decir, de las paradojas y tensiones que recorren la profesión, agravadas, en el caso de España, por otros factores específicos de nuestro sistema de medios. Resulta curioso ver cómo Teodoro habla de Internet como un lugar abierto, que refleja la pluralidad ideológica y cultural del mundo actual frente a las grandes narrativas unitarias del pensamiento fuerte, y a la vez reclama que el medio se "jerarquice". Dejo la pregunta flotando en el aire, ¿se puede jerarquizar Internet? Por otra parte, ¿sería bueno que esto sucediese? León Gross alude a Universidades o periódicos de calidad, que deberían discriminar, como fuente de autoridad, entre lo bueno y lo malo en Internet. Pero, a su vez, ¿lo que diga la San Pablo Ceu, donde da clases Aquilino Polaino y gentuza por el estilo, va a tener el mismo valor que lo que diga la Complutense? ¿Y qué hay sobre la Universidad de Navarra, que es del Opus, qué páginas guiadas por el espíritu de la Obra designará para nuestro camino de Dios? ¿Tendrá el mismo valor los confidenciales que nos señale La Razón que los sites de análisis político que designe El País? No es fácil el asunto.

Un amigo me ha dicho, en otro orden de cosas, que buscando información en Google sobre los neoconservadores americanos, y en especial sobre el filósofo Leo Strauss (gurú de todos estos) se topó con un especial que hice un año sobre este tema. Releyéndolo, creo aún tiene cierta vigencia.

Por otra parte, y retomando mi antigua afición a la crítica cultural, escribí una breve reseña de Oliver Twist.

jueves, diciembre 15, 2005

El fin del pensamiento binario

El pensamiento binario platónico, basado en las parejas de oposiciones conceptuales, sufrió su mayor ataque el día que apareció esto en escena:


El fin del logos occidental lo anunciaron ellas... y en francés!!!

Cuento de Navidad... queer

Mi amigo Nacho Asenjo me miraba inquieto cuando le hablaba del pensamiento queer (que no es sino la anti-filosofía que reivindica lo otro, lo excluido, lo que el pensamiento occidental logocéntrico y platónico, se deja por el camino, que no sino la vida, en el sentido nietzschiano claro, y todo eso aplicado sobre todo a la gestión de la sexualidad, el género y la identidad. No es un movimiento propiamente gay). Ordenar, poner en orden, situar, centrar... no es sino el camelo que nos han contado para machacarnos. Bueno, así lo ven los queer. Para celebrar la navidad de una forma un tanto queer, pongo el inicio de un bello cuento de Navidad que hay en www.hartza.com, una interesantísima página sobre el tema.

José era carpintero, judío y gay. Haciendo uso de sus conocimientos, se había fabricado un gran armario en Belén, en el que vivía con su amiga María, al abrigo de la persecución homófoba que había desatado el imperio romano contra los homosexuales y los judíos de Jerusalén. María no había conocido varón, era lesbiana, y había decidido tener un hijo por inseminación artificial con el esperma de su mejor amigo, José. Ahora se encontraba a punto de dar a luz en el armario de Belén. La noticia corrió por el ambiente y llegó hasta los rincones más alejados de Oriente.

... Leer más (Feliz Navidad a todos)

miércoles, diciembre 14, 2005

Boadella, la nación te vigila...



Arcadi lo cuenta

Sida, tabaco y poder bajo un prisma foucaultiano


Pensando yo en estas cuestiones del bio-poder foucaultiano que tanto me gustan, en la administración de los cuerpos por parte de los poderes y los discursos, me entretuve el otro día en el tema del condón y la abstinencia como medidas preventivas frente a las enfermedades venéreas. ¿Condón, abstinencia? Porque, cuando se dice que se lucha contra el Sida, que se quiere borrar el Sida... ¿el poder, los ministerios de sanidad, las consejerías que aconsejan, quieren prevenir el sida o quieren silenciar, borrar a los portadores? De este tema nadie habla. Se habla de prevención del Sida, en Mayúsculas y en abstracto. Esquizo-poder. Por un lado, te aterrorizan contra la enfermedad: la puedes coger. Por otro, te dicen que folles con condón. Es decir, te dicen que folles. El Estado ve bien que folles, no es como antes, pero con condón, que folles socialmente, higiénicamente y, sobre todo, que no cojas la maldita enfermedad, que es de lo que se trata. Pero, ¿y? Un anuncio de Telecinco muestra a una chica temblorosa junto a una cama, medio desnuda. Se supone que ha fornicado sin condón. En off, va pensando: "enfermedad, exclusión social, miedo... no, con condón, efectivamente, no se siente lo mismo (o algo así)". El Estado sustituye a la Iglesia, modificando su discurso, administrando el miedo. Ahora nos dice, al trasluz de los avances sesentayochistas: "Podéis follar, pero no podéis enfermar, de modo que usad la goma". El Estado no quiere gente "enferma", pero, progresista, paternal, nos deja fornicar los unos con los otros porque hemos encontrado la salvaguarda positivista del condón. Debemos agradecérselo, porque la Iglesia, discurso anterior en pugna, ni eso. En la nueva procesión de otros y enfernos que el Estado crea, están los fumadores. Malditos: podéis morir. Tus pulmones se pueden pudrir. El tabaco acorta la vida, te desgaja la piel. Ten miedo. Ahora, además, eres un infecto ser en bares y restaurantes. El aire del país, limpio. El Estado no dejará que te cargues tus pulmones, porque te quiere y te necesita sano, para trabajar, para contribuir a Hacienda, para producir sensación de vivir fresca y nacional.

El poder no habla de lo que le pasa a los "enfermos", de los tratamientos, de los avances, de la cobertura sanitaria pública. No habla del Sida ni del cáncer de pulmón ni de qué pasa en los accidentes de tráfico. El pecado, el mal, es siempre lo designado (objeto directo del discurso, hermético, caja negra), no lo que designa. El Estado tampoco se pregunta acerca de qué es la enfermedad o la salud: te impone las palabras como una frontera de hierro, como una ontología natural. No hace campaña por la visibilidad y el respeto: teje las palabras con silencio. Cuando tienes el Sida, cuando fumas o cuando padeces cualquier otra patología que el Estado considera eficaz para ejecutar la maquinaria de su poder, eres el otro, un excluido, un maldito, un apestado. Te puede pasar, te lo advierten, pero el Estado siempre estará del lado de los "sanos", de los cuerdos, de los responsables. Al menos el discurso necesita, a costa de 150.000 españoles contagiados (total, una filfa), de esa herramienta que es el terror. Todo tu ser pasa a ser categorizado como otro, patologizado: enfermo, homosexual, inmigrante, catalán, terrorista. Basta. ¿Es eso progresista? ¿No es eso otra tecnología del poder que delimita el uso que hacemos de nuestros cuerpos, de nuestras identidads? ¿Cuándo nos pertenecerá nuestro organismo, sano o enfermo? El poder, todo poder, es, en efecto, terrorista.

Por cierto, ayer el Estado de California ejecutó a Stanley Tookie Williams y ya van 1003. Schwarzenagger fue el hombre duro y fuerte que nuestras sociedades débiles necesitan, aquel al que se refería Aznar. Bravo por el asesinato. Ya tenemos un negro menos.

PD: versión digest para los polemistas MDD y DaniMaza. Lo que hago es decir que me parece fatal que la fórmula en la que se basa el Estado y el poder para incitar al uso del condón o a no fumar sea mediante la estrategia terrorista del miedo y produzca un nuevo tipo de excluido social: el enfermo. Bueno, aún así sé que hablaréis de vuestros temas. Y yo seguiré siendo un blogger fascista y cruel que juega a la destrucción del universo. Dios nos aguarde a todos.

lunes, diciembre 12, 2005

Chomsky vs Foucault



Como un topo que nunca ceja, he encontrado un documento fascinante en la red: la transcripción literal de un debate televisivo, en 1971, entre Chomsky y Foucault. Dos pensadores de lo mismo desde direcciones opuestas. Traduzco la primera intervención de cada uno y pongo el link al lugar donde lo he encontrado. Ah, y admito que tal vez las polémicas entre María Teresa Campos y Bárbara Rey sean más entretenidas. Depende de nuestro biopoder y de la microfísica de nuestra superficialidad.
Ahí va (espero comentarios de agradecimiento ante mi labor de arqueología internauta y no sólo berrinches rabiosos, lo digo por algún topo que hay por aquí siempre indignado y siempre airado):

MODERADOR:

Damas y caballeros, bienvenidos al tercer debate del Proyecto de Filósofos Internacionales. Los polemistas esta noche son Sr. Michel Foucault, del Colegio de Francia, y Sr. Noam Chomsky, del Instituto de Massachusetts de Tecnología. Los filósofos tienen tantos puntos en común como diferencias. Quizás el mejor modo de comparar a ambos sería verlos como tuneladores trabajan por dos lados diferentes de la misma montaña, sin conocer en qué dirección va cada uno. Pero ambos desarrollan su tarea con muchas ideas novedosas, cavando con tanta profundidad como compromiso, tanto en filosofía como en políticos. Suficientes motivos, me parece, para esperar un debate fascinante sobre filosofía y política. Me propongo, por lo tanto, no perder tiempo y comenzar con una pregunta central, perenne: la cuestión de naturaleza humana. Todos los estudios de hombre, desde la historia a la lingüística y la psicología, se encaran con la pregunta de si, en el último caso, somos el producto de toda clase de factores externos, o si, a pesar de nuestras diferencias, tenemos algo que nosotros podríamos llamar una naturaleza común humana, en la cual podemos reconocer el uno al otro como seres de la misma especie. Por eso, mi primera pregunta es para Sr. Chomsky, porque usted a menudo ha empleado el concepto de naturaleza humana conectado incluso con nociones como "ideas innatas" o "estructuras innatas". ¿Qué argumentos puede usted desarrollar a partir de la lingüística para situar el concepto de naturaleza humana en el centro de su pensamiento?

CHOMSKY
Bien, déjeme comenzar de una manera un tanto técnica. Una persona que está interesada en el estudio de las lenguas se enfrenta con un problema difnido como muy empírico. Se encuentra con un organismo maduro, digamos un adulto, un hablante, que de algún modo ha adquirido una gama asombrosa de capacidades, que le permiten decir lo que él piensa, entender lo que la gente le dice, y hace esto de una manera de la que creo que se podría afirmar que es ... sumamente creativa. Es decir la mayor parte de lo que dice una persona dice en su diálogo habitual con otros es nuevo, la mayor parte de que usted oye es nuevo, y esto no remite a ninguna semejanza cercana a su experiencia en algo. No es, tampoco, un nuevo comportamiento arbitrario, ciertamente, sino una conducta que, de algún modo no fácil de caracterizar, está adaptada a la situación. Y de hecho esto tiene muchas de las características de lo que pienso que es la creatividad. Ahora, la persona que ha adquirido este intrincado y complejo articulado y esta organizada colección de habilidades que nosotros llamamos "conocer una lengua" ha estado expuesto a alguna experiencia; a lo largo de su vida ha sido expuesto a una determinada cantidad de datos, de experiencia directa a través del lenguaje.
Podemos investigar los datos que están a disposición de una persona; habiendo hecho eso, en principio, encaramos un problema científico claro y bien definido que resulta de analizar la brecha entre la pequeña cantidad de datos, pocos y de mala calidad, que son presentados al niño, y el conocimiento sumamente articulado, sumamente sistemático y en profundidad que el niño deriva de algún modo a partir de estos datos. Además observamos que individuos con experiencias muy distintas en una lengua en particular llegan a sistemas congruentes unos con otros. Los sistemas a los que dos hablantes de inglés llegan sobre la base de sus muy distantes experiencias son congruentes en la medida en que, en determinado grado, lo que uno dice, el otro lo puede entender. Además, y aún más notable, observamos que en una amplia gama de lenguas, de hecho todas las que han sido estudiadas seriamente, hay limitaciones profundas en la clase de sistemas que surgen de las muy diversas formas de experiencia a las cuales la gente es expuesta. Sólo hay una explicación posible, que tengo que ofrecer de una manera bastante esquemática, a saber, que el individuo contribuye en gran medida a la estructura general esquemática y quizás incluso del contenido específico del conocimiento que él en última instancia extrae de una experiencia muy dispersada y limitada. (...) El niño debe comenzar con el conocimiento, seguramente no con el conocimiento que él oye en inglés o el holandés o el francés, pero realmente comienza con el conocimiento que oye una lengua humana de un tipo muy definido y explícito, que permite una muy pequeña gama de variación. Y es porque él comienza con aquel esquematismo sumamente organizado y muy restrictivo, y es capaz de dar el enorme salto entre estps datos dispersados y degenerados al conocimiento sumamente organizado. Y además yo agregaría que podemos ir una más lejos, hacia la presentación de las propiedades de este sistema de conocimiento, que yo llamaría la lengua innata o conocimiento instintivo, que el niño aporta a la lengua que aprende; y también podemos recorrer un camino largo hacia la descripción del sistema mentalmente representado cuando él ha adquirido este conocimiento. Yo diría que este conocimiento instintivo, si usted quiere, este esquematismo que hace posible desarrollar un conocimiento complejo sobre la base de datos iniciales, es uno de los fundamentos constituyentes de la naturaleza humana. En este caso, pienso que se trata de un elemento fundamental debido al papel que juega el lenguaje, no sólo en comunicación, sino como expresión del pensamiento y la interacción entre las personas; y asumo que en otros dominios de la inteligencia humana, en otros dominios de la cognición y la conducta algo similar debe ocurruir.
Bien, estos esquemas, estos pricipio innatos organizacionales que guían nuestra conducta social, individual e intelectual, es a lo que yo aludo cuando hablo de naturaleza humana.

MODERADOR:
Bien, Sr. Foucault, cuando pienso en sus libros como 'La Historia de Locura' y 'Las palabras y las cosas', yo tengo la impresión de que usted trabaja en un nivel completamente diferente y con un objetivo totalmente opuesto; cuando pienso en la palabra "esquema" (o estructura) en relación con la naturaleza humana, supongo en su caso usted se refiere a varios períodos con varios esquematismos. ¿Qué dice usted a esto?

FOUCAULT:
Bien, si no le importa contestaré en francés, porque mi inglés es tan pobre que me avergonzaría. Es verdadero que desconfío de la noción de naturaleza humana un poco, y por la siguiente razón: Creo él de los conceptos o las nociones que una ciencia puede usar, no todos tienen el mismo grado de elaboración, y que en general ellos tienen, ni misma función, ni mismo tipo de empleo posible en el discurso científico. Creo que entre los conceptos o nociones que la ciencia puede usar, no todos tienen el mismo grado de elaboración, y en general no suelen tener la misma función ni el mismo tipo de posible uso en un discurso científico. Tomemos el ejemplo de la biología. Encontrará conceptos con una función clasificatoria, conceptos con una función diferenciadora, y conceptos con una función analítica: algunos de ellos nos permiten caracterizar objetos, por ejemplo, "servilleta"; otros, aislar elementos, como "características hereditarias"; otros, para fijar relaciones, tales como "reflejo". Hay, al mismo tiempo, elementos que juegan un rol en el discurso y en las relgas internas de las prácticas de razonamiento. Pero hay nociones "periféricas", aquellas por las que la práctica científica se designa a sí misma, se diferencia de otras prácticas, delimita el dominio de sus objetos, y designa lo que considera como la totalidad de sus tareas futuras. La noción de vida juega un papel en determinada materia en biología durante cierto periodo. En los siglos XVII y XVIII, la noción de vida apenas fue usada en los estudios naturales: se clasificó a seres naturales, vivos y no vivos, en un enorme cuadro jerárquico que fue de los minerales al hombre ; la ruptura entre los minerales y las plantas o animales era relativamente ambigua; epistemológicamente era sólo importante fijar sus posiciones de una vez por todas de un modo indiscutible. Al final del XVIII siglo, la descripción y el análisis de estos seres naturales mostraron, mediante el empleo de instrumentos más sumamente perfeccionados y las últimas técnicas, un dominio entero de los objetos, un campo entero de relaciones y procesos que nos han permitido definir la especificidad de biología en el conocimiento de naturaleza. ¿Se puede decir, por tanto, que investigar la vida finalmente se ha convertido en la ciencia biológica? ¿Ha sido el concepto de vida utilizado de forma responsable en la organización de conocimiento biológico? No creo. Me parece más bien que las transformaciones en elconocimiento biológico al final del s. XVIII, fueron operadas por un lado por una serie entera de nuevos conceptos para el uso en el discurso científico y de otra parte dio lugar a una noción como la de vida que nos ha permitido designar, delimitar y situar un cierto tipo de discurso científico, entre otras cosas. Yo diría que la noción de vida no es un concepto científico; ha sido un indicador epistemológico para clasificacar, delimitar y otras funciones que tenían un efecto sobre discusiones científicas, y no sobre lo que ellos hablaban:

Bien, me parece que la noción de naturaleza humana es del mismo tipo. No fue mediante el estudio de la naturaleza humana que los lingüistas descubrieron las leyes de la mutación del acuerdo, o Freud los principios del análisis de los sueños, o los antropólogos culturales la estructura de mitos. En la historia de conocimiento, la noción de naturaleza humana me parece que principalmente ha jugado el papel de un indicador epistemológico para designar los ciertos tipos de discurso en relación con o en oposición a la teología o la biología o la historia. Yo lo encontraría difícil de ver en esto un concepto científico.

Menudo ladrillo eh... Anda, sesudos, a pensar... Aquí os dejo el resto del estracto de Tómbola... eso sí, en inglés:

http://www.chomsky.info/debates/1971xxxx.htm

viernes, diciembre 09, 2005

Travesías por la incertidumbre


Los libros de texto mienten. Definitivamente. Siempre mintieron.

Leo, por una recomendación que no voy a desvelar, Travesías por la incertidumbre, de Estrella de Diego. Repesco una breve reseña que me evita el clásico y breve conglomerado de lugares comunes para resumir lo irresumible, para ver el catálogo de fotos del viaje, cuando lo que menos importa del viaje son las fotos:

Siguiendo un original esquema de viaje, Estrella de Diego recupera algunos puntos débiles del centro del discurso narrativo occidental. Y plantea la posibilidad de abordar el mundo y sus peculiaridades de formas alternativas, a través de miradas y voces dispuestas a entender que el mundo nunca está dicho o no el todo —de eso saben mucho los poetas—. Cada travesía implica poder contar de nuevo las historias desde la vulnerabilidad misma del relato, pues, como dijo Auden, «nuestros libros de texto nos engañan».

Véase el catálogo (cata-logos, catar el logos, la botella de palabras, el vino de sueños etiquetado):

http://www.seix-barral.es/fichalibro.asp?libro=849

Lo que no nos contaron, parece, lo tendremos que contar nosotros. O no. Siempre me fascinó el concepto del fuera del texto, fuera del cuadro. Porque los cuadros, los objetivos, las páginas, oh lugares conocidos, oh palabras que nos mantienen vivos, oh logos, oh falo que me das seguridad, oh reproducción que mantienes la sociedad, oh familia que das seno y leche materna, oh diálogo que condensas y neutralizas el disenso y nos das luz frente a la imposibilidad de comunicación, se dejan, me parece, el mundo fuera. El mundo, fuera. Al otro lado. ¿Qué coño hay al otro lado? Fuera de la página, ¿qué hay, amigos? Hay silencio, frío, oscuridad, pero también destellos, y todo junto, sin estar dentro ni fuera, flota. Flota y flota.

Flotando.

domingo, diciembre 04, 2005

Saludos desde Barcelona

Escribo este post desde pleno Eixample. Me quedo en la casa de un amigo malagueño que vive aquí, en la calle Villarroel, junto a la Gran Vía de las Cortes Catalanas. Hablo catalán y me pierdo por una ciudad difusa, de serenidad y anonimato. El Madrid que yo habité queda lejos, en las mil mesetas, con Rajoy y la COPE y los tegumentos de la derecha ibérica bien prietos, bien cuajados de banderines y abecés. Aquí uno procede a la difuminación y rarefacción de su identidad, que se vuelve molecular, como proponía Deleuze. Yo, andaluz, valenciano, madrileño, ¿español? Y pienso que la ONU debería crear un protectorado para poder desnacionalizarte, para poder defender los derechos de personas que hicieran el proceso de inversión, de desaparición, de descartografía, de enmudecimiento: pedir no tener ninguna nacionalidad, en vez de tener varias. Ya llegarán tiempos mejores. Por ahora, tratamos de cruzar la Antártida y nuestro viaje no es sino una travesía por la incertidumbre.

jueves, diciembre 01, 2005

¿Blogs sin autor?

Arcadi Espada, uno de los blogger estrella del ciberespacio español, está atento a todo lo que se publica y dice en torno a la revolución que supone la aparición de la blogsfera como democratización imparable de la información. Cita un texto de un austríaco que ha estudiado el tema, Gerald Heidegger:

En definitiva, todos los usos de internet pueden representarse como un hipertexto global. Y es precisamente en la red donde vuelve a tenerse en cuenta el principio de autoría, que estaba dado por muerto; justamente en un medio en el que circula una cantidad de textos ingente, son primordiales los resortes que garanticen la estabilidad y el reconocimiento de la comunicación. El investigador (especializado en ciencias de la cultura, literatura y los medios de comunicación) Joseph Vogl hace alusión a las clásicas experiencias redundantes en internet:

En internet se hace referencia de un modo foucaltiano al orden del discurso, el cual, a la vista de la proliferación textual, conviene elaborarlo o reproducirlo a cada momento. Esto es en sí mismo casi una ciencia. No queremos toda la información que internet nos ofrece, sino una rigurosa selección.

En efecto, la autoría en la web no es ningún precepto que tenga por qué asociarse a una persona real. La autoría puede pertenecer a una marca concreta (una marca registrada, etc.) que recopile textos bajo su nombre, o bajo el mío, por ejemplo, y dicha autoría puede estar al mismo nivel que la de una persona ficticia. Sólo en muy pocos casos la autoría en la red está asociada claramente a una persona real.

Pero, caramba, no entiendo cómo se habla de que la Red mata al autor, se cita a Foucault (impugnador radical del humanismo -fofo-, defensor de los textos sin autor, de los textos de textos) para demostrar que sí, que gracias al blog se vuelve al autor. El blog no es de ningún autor. Eso es como decir que gracias al espejo hemos llegado al retrato y hemos vuelto al rostro, descubriéndolo en toda su realidad. No, lo innovador del blog es que, aparte de ser retrato, es espejo, y por tanto, refleja al que lo crea y también al que lo mira. El autor ya no es sino un forjador de espejos, que no siempre reflejan lo que él quiere, pero es un espejo sobre el que pintó un autorretrato. ¿No es esta hibridación de autorretrato y espejo Las Meninas de Velázquez? ¿A qué lado del espejo-retrato, pues, estoy, estáis, estamos? Se admiten comentarios a pie de post.

Nos afecta a todos


Por los amigos que no se han muerto ni se piensan morir, gracias, nos dais la luz. Por los amigos que son felices, pero también por sus noches de zozobra en las que estuvimos allí, en las que todos aprendimos a vivir. Por el futuro que no nos van a quitar. Por todos nosotros. Por nuestro amor, nuestro placer, nuestra inocencia. Y por supuesto, por los que ya no están, pero están.